El gobierno de Joe Biden logró su primera victoria en la defensa del derecho al aborto al convencer a un juez de no permitir que saliera adelante la parte de una ley de aborto en Idaho en la que se prohibía la excepción de interrumpir el embarazo en casos de violación, incesto o cuando la vida de la madre estuviese en peligro.
Esta ley, que estaba previsto que entrara en vigencia el jueves, no tenía como excepción el caso en el que la salud de la mujer estuviese en riesgo, por lo que las autoridades estatales tendrían permiso de arrestar al médico involucrado en el aborto y además tendría que probar ante un tribunal que el aborto cumplió con los criterios para una de las excepciones.
Ante esta situación, el juez de Estados Unidos, Lynn Winmill aseguró que el estatuto viola una ley federal que pide que los hospitales que participan en el programa Medicare, financiado con fondos federales, ofrezcan atención médica cuando la vida o la salud de una mujer embarazada corre peligro.
Esta ley “activadora” fue redactada por los legisladores de Idaho antes de que la Corte Suprema emitiera el fallo de anular el Roe vs Wade. La expectativa de los políticos era que entrara en vigencia de forma inmediata.
Fuente principal: The Washigton Post