El sábado despidieron en Rusia al último líder de la Unión Soviética Mijail Gorbachov, en un funeral público al que no asistió el presidente Vladimir Putin.
La ceremonia fue realizada en el Salón de las Columnas de Moscú, duró tres horas y media y llegó a su fin aunque afuera todavía quedaron personas esperando para darle el último adiós a Gorbachov, quien murió el 30 de agosto a los 91 años.
En el mismo lugar se celebraron los funerales de los exlíderes soviéticos Joseph Stalin y Vladimir Lenin.
Posteriormente, Gorbachov fue enterrado junto a su esposa en el cementerio de Novodevichy.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, Putin no asistió al funeral por su apretada agenda. Aunque, le presentó los respetos al difunto el jueves en el Hospital Clínico Central de Moscú.
Durante sus últimos años Gorbachov se volvió crítico al gobierno de Putin y viajó por el mundo junto con su fundación para promover la libertad de expresión y la democracia. Aunque no se pronunció sobre la invasión de Rusia en Ucrania, su fundación pidió negociaciones de paz.
Por su parte, Putin culpó al difunto líder por la desaparición de la URSS, a la que llamó la “mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.
El Kremlin no clasificó los eventos del sábado como un funeral de estado. El evento careció de la asistencia del gobierno en la organización. La institución no proporcionó ninguna explicación sobre por qué el sepelio difirió de los funerales de estado anteriores.
El evento también careció de invitados internacionales reconocidos ya que Rusia prohibió a cientos de funcionarios extranjeros ingresar al país en represalia por las sanciones occidentales.
El último líder ruso al que no se le concedió un funeral de estado fue Nikita Khrushchev, en 1971, quien fue depuesto por intentar revertir las reformas estalinistas.
Fuente principal de la noticia: CNN.