Un estudio de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, advierte que dos tercios de la población mundial podrían morir de hambre si llegara a ocurrir una guerra con armas nucleares entre Rusia y Estados Unidos.
¿Por qué es importante? El estudio refiere que los patrones de viento podrían propagar el humo y el fuego de los ataques nucleares, provocando el colapso de cosechas y conduciendo a una caída del 90% en el rendimiento de los animales, la pesca y los cultivos en todo el mundo dentro de los cuatro años posteriores.
- Incluso una guerra nuclear a menor escala entre Pakistán e India devastaría el suministro de alimentos, reduciría la producción mundial en un 7% en cinco años y mataría hasta 2,5 mil millones de personas.
- La inseguridad alimentaria en estos casos sería más mortal que las explosiones nucleares, predijo el estudio.
- El Programa Mundial de Alimentos afirma que actualmente 345 millones de personas en todo el mundo se enfrentan a la inseguridad alimentaria, un aumento de casi 200 millones en comparación con los niveles previos a la pandemia.
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Las tensiones de hoy. La invasión de Rusia e Ucrania y las amenazas de China sobre Taiwán han renovado el temor a un conflicto nuclear.
- Luego de las recientes visitas por parte de legisladores estadounidenses a Taiwán, China ha realizado ejercicios militares cerca de la isla.
- Expertos advirtieron que China está acelerando la acumulación de su arsenal nuclear; y Rusia hizo amenazas sobre el uso de armas nucleares al inicio de la guerra con Ucrania.
Ya se ven las reacciones: El miedo a una posible escasez de comida debido a un conflicto global tuvo como consecuencia que algunos países decidieran limitar sus exportaciones, como fue el caso de India y Malasia que redujeron su exportación de trigo y pollo.
- Los países podrían limitar aun más las exportaciones o acaparar suministros de alimentos por miedo a un posible conflicto mundial, con o sin armas nucleares.
- Debido a la posibilidad de mayor inestabilidad global, los países deben alejarse de la agricultura tradicional y diversificar sus fuentes de alimentos, explicó el profesor y director de un programa de seguridad alimentaria afiliado al gobierno William Chen.
- Chen sugirió como alternativas el cultivo de hongos y en interiores; la producción de proteínas de insectos o alimentos de microalgas.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.