Space X canceló el lunes su primer intento de lanzar Starship, el cohete más grande jamás construido, porque la válvula principal de la nave se congeló.
La compañía informó que pasarían al menos dos días antes de intentar otro lanzamiento desde sus instalaciones, en el extremo sur de Texas.
La prueba habría sido la primera conjunta del cohete Super Heavy y la nave espacial Starship de Space X, un esfuerzo que, de tener éxito, lo convertiría en el cohete más poderoso del mundo y podría rehacer la exploración espacial en los próximos años.
La NASA tiene la intención de usar Starship para aterrizar astronautas en la superficie de la luna como parte de su programa Artemis y ha otorgado contratos a SpaceX por un valor aproximado de $4 mil millones.
En 2021 la NASA le otorgó a SpaceX un contrato de 2 mil 900 millones de dólares para usar el vehículo para llevar a sus astronautas a la luna. Desde entonces, ha concedido a SpaceX otro contrato, por un valor de $ 1.15 mil millones, para un segundo aterrizaje.
Lo que se sabe de la suspensión del lanzamiento de Starship de Space X
En esta prueba no había nadie a bordo. Space X recibió la decisión de posponer la prueba como una oportunidad para aprender lo más posible sobre cómo funciona el cohete de casi 400 pies de altura.
A pesar del contratiempo, Elon Musk, director ejecutivo de Space X, comentó que la empresa “aprendió mucho hoy” y que intentarían el lanzamiento de nuevo “en unos días”.
El domingo por la noche, Musk advirtió que la compañía procedería con mucha cautela y que era muy probable que se pospusiera.
SpaceX espera que Starship vuele para que pueda poner en órbita sus satélites Starlink de próxima generación. Los satélites transmiten señales de Internet a estaciones terrestres para proporcionar conectividad en áreas remotas de todo el mundo.