El presunto autor del mayor tiroteo contra latinos registrado en la historia contemporánea de Estados Unidos, Patrick Crusius, acusado de haber matado a 23 personas y herir alrededor de dos docenas más en un Walmart de El Paso en 2019, se libró el 17 de enero de la pena de muerte.
La decisión del gobierno estadounidense de no buscar la pena de muerte en el caso, fue expuesta en una breve presentación de tan solo una línea, en la que la primera fiscal federal adjunta Margaret Leachman, no dio detalles, reseñó CNN.
No obstante, la oficina del fiscal de Distrito en Texas, avisó el verano pasado que buscaría la pena de muerte en el caso del estado contra el presunto tirador.
Aún no Sobre Crusius recaen 90 cargos, entre los que destacan delitos de odio y el uso de un arma de fuego para cometer un asesinato. El ataque ocurrido el 3 de agosto de 2019 es recordado como uno de los ataques más mortíferos contra latinos en la historia moderna estadounidense.
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Los documentos judiciales afirman que la selección del jurado en el caso federal empezará en enero de 2024.
El Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Oeste de Texas, acordó el 17 de enero como fecha tope para que el gobierno presentara un aviso sobre si se pediría la pena de muerte.
Este caso se ha visto afectado por el drama que incluye a la exfiscal de distrito, Yvonne Rosales, que renunció en noviembre. Aún no se ha establecido una fecha para el juicio.
Crusius se declaró inocente del cargo de asesinato capital en el estado, también de los cargos federales.
Atentado contra latinos
En una declaración atribuida a Crusius, él admitió que los latinos eran su objetivo letal: documentos de investigación registran que el acusado advirtió que su objetivo era matar mexicanos y reconoció que él fue quien abrió fuego en el Walmart de El Paso, informó Efe.
El hombre manejó por casi 10 horas desde la ciudad de Allen hasta El Paso para llevar a cabo el tiroteo en el supermercado, y aparentemente publicó un manifieesto en internet en el que aseguró que el ataque era una “respuesta a la invasión hispana en Texas”.
El balance del tiroteo dejó 22 muertos, de los que 19 eran latinos, 8 de ellos eran mexicanos, aseguró BBC.