El sábado al menos 150 personas murieron en una aglomeración multitudinaria durante las celebraciones de Halloween en Itaewon, un área comercial de Seúl, en la primera reunión a gran escala para conmemorar la festividad desde que comenzó la pandemia.
El suceso puede describirse como una avalancha u oleada de multitudes, pero no como una estampida, explicó G. Keith Still, experto en seguridad y profesor visitante de ciencia de multitudes en la Universidad de Suffolk en Inglaterra.
Un agolpamiento o una oleada ocurre cuando las personas están amontonadas en un espacio confinado y hay un movimiento, como empujar, que hace que la multitud se caiga originando un efecto dominó.
Una estampida implica que la gente tenía espacio para correr, lo que no sucedió en Itaewon, explicó Still. Cuantas más personas haya en la multitud, mayor será la fuerza de la aglomeración.
“Toda la multitud se cae como una sola, y si estás en un espacio confinado, la gente no puede volver a levantarse”, comentó.
En un hilo de Twitter el sábado, una persona que dijo que estaba entre la multitud describió que la gente estaba “cayendo como fichas de dominó y gritando”.
“Realmente sentí que me aplastarían hasta la muerte. Y respiré por un agujero y lloré y pensé que me estaba muriendo”, escribió el usuario.
Durante una oleada, la presión de las personas arriba y abajo en la multitud dificulta la respiración porque los pulmones necesitan espacio para expandirse. Esto origina que en unos seis minutos el individuo entre en asfixia compresiva o restrictiva, la causa probable de muerte de las personas que mueren en una aglomeración de personas, comentó Still.
Las personas también pueden lesionarse las extremidades y perder el conocimiento cuando luchan por respirar y escapar de una multitud. Se necesitan alrededor de 30 segundos de compresión para restringir el flujo de sangre al cerebro haciendo que los atrapados en la multitud se mareen.
¿Qué dicen los expertos sobre la oleada de Halloween en Seúl?
Still explicó que oleadas de multitudes pueden ser provocadas por muchas situaciones difíciles, por ejemplo, cuando las personas empujan a otras o si alguien tropieza.
Pero los eventos no suelen ser causados por personas angustiadas o que presionan para salir de una multitud. Esas reacciones generalmente ocurren después de que la multitud comienza a colapsar.
“La gente no muere porque entró en pánico. Entran en pánico porque se están muriendo. Entonces, lo que sucede es que, cuando los cuerpos se caen, cuando las personas caen una encima de la otra luchan por levantarse y terminan con los brazos y las piernas torcidos”, dijo.
Aunque la aglomeración en Itaewon ocurrió en una calle, la multitud estaba tan densa que el movimiento estaba extremadamente restringido y no había forma de que la gente saliera verticalmente, comentó Norman Badler, profesor de la Universidad de Pensilvania que ha investigado la compresión de multitudes.
Lo que sucedió en Seúl es diferente de las aglomeraciones de multitudes en festivales de música o peregrinaciones religiosas porque la gente está en una ciudad, y no es un evento planificado con boletos de entrada que permitan canalizar a la multitud y saber cuántas personas llegarán.
Martyn Amos, profesor de la Universidad de Northumbria en Inglaterra que estudia multitudes, dijo que esos grandes eventos necesitan una planificación adecuada y personas capacitadas para manejar multitudes.
“El punto general es que estos incidentes seguirán ocurriendo mientras no implementemos procesos adecuados de gestión de multitudes que anticipen, detecten y prevengan densidades de multitudes peligrosamente altas”, explicó Amos en un comunicado a The Washington Post.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.