Rafael Mariano Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica, habló con periodistas en Kiev antes de dirigirse a la planta nuclear de Zaporiyia. Grossi informó que se reunió con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para hablar sobre la situación en la planta nuclear en Ucrania que se agravó luego de la ruptura de la presa Kajovka la semana pasada.
La planta de energía nuclear más grande de Europa está en una “situación relativamente peligrosa” luego de la ruptura de una presa en Ucrania y en momentos en que las fuerzas ucranianas emprenden una contraofensiva, advirtió Grossi este martes 13 de junio, según reportan medios internacionales.
La presa, sobre el río Dniéper, ayuda a mantener el agua en un embalse que enfría los reactores de la planta. Ucrania dice que Rusia voló la instalación, lo que Moscú niega, aunque algunos analistas señalan que la inundación subsiguiente probablemente entorpeció la contraofensiva ucraniana. Grossi indicó que el nivel del agua que sirve a la planta está disminuyendo constantemente, pero que no representa un peligro inmediato.
“Es una situación seria porque el enfriamiento está limitado al agua que hay allí. Si ocurriera una rotura de las compuertas que contienen esta agua o algo parecido, realmente se perdería toda la capacidad de enfriamiento”, indica la publicación.
Ucrania recientemente dijo que esperaba poder poner en cierre frío al último reactor de la planta que sigue en funcionamiento. Cinco de los seis reactores de la planta ya están en ese estatus.
Cuando se le preguntó sobre los temores ucranianos de que los rusos hayan colocado explosivos en el lugar, Grossi enfatizó que hasta el momento no han visto equipos militares pesados traídos por las fuerzas rusas.
“No debe haber allí equipos militares ni artillería ni municiones ni nada que comprometa la seguridad de la planta”, enfatizó Grossi. “En estos momentos no tenemos indicios de ello, pero no se puede descartar”.