El Massachusetts Institute of Technology (MIT) es pionero en la utilización de la inteligencia artificial (IA) para predecir el cáncer de mama con hasta cinco años de antelación.
Este revolucionario método pretende mejorar los tratamientos personalizados y servir de valiosa herramienta a los profesionales médicos en el diagnóstico precoz y el tratamiento del cáncer de mama.
La plataforma digital recién introducida trabajará sobre las mastografías y los resultados que éstas arrojen para observar información que a simple vista no puede ser identificada.
El sistema compara datos de los análisis para que se puedan estudiar con mayor amplitud los cambios en el tejido mamario que puedan ser precursores del cáncer y así evitar confusiones con factores hormonales y biológicos.
Una tecnología pensada para reducir las disparidades raciales en la atención a los pacientes. Las investigaciones del National Cancer Institute (NCI) han puesto de relieve el elevado riesgo de cáncer de mama que corren las mujeres de color en comparación con las caucásicas.
Esta desigualdad racial ha provocado con frecuencia muertes prematuras debido a que se ha pasado por alto a las comunidades minoritarias. El MIT se dedica a contrarrestar este problema.
El proyecto del MIT está diseñado para garantizar una evaluación imparcial de las pacientes.
El objetivo de esta iniciativa va más allá de un segmento específico de la población, esforzándose por ofrecer la misma consideración a todos. De este modo, pretende eliminar los prejuicios derivados de concentrarse exclusivamente en un determinado grupo demográfico.
Para convertirse en una plataforma sólida de detección infalible, el proyecto empieza por establecer un conjunto significativo de parámetros para detectar y señalar los casos que pueden beneficiarse de una intervención oportuna y de mayores probabilidades de supervivencia.
Mediante el diagnóstico precoz y la actuación inmediata, la iniciativa aspira a aumentar las tasas de supervivencia en todos los grupos demográficos.
Esta iniciativa del MIT impulsada por la IA supone un avance en la lucha contra el cáncer de mama. Al abordar las causas fundamentales de las disparidades raciales en la atención sanitaria y centrarse en el tratamiento personalizado, ofrece la posibilidad de lograr un sistema sanitario más equilibrado.
Este proyecto pone de relieve la capacidad de la tecnología para revolucionar la atención al paciente y mejorar las perspectivas de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama en todo el mundo.