Juneteenth es conocido como el Día de la Independencia Afroamericana, una celebración que conmemora la emancipación de los negros estadounidenses esclavizados. Pero también es un recordatorio de las atrocidades que vivieron estas personas en nuestro país.
El racismo también tiene consecuencias en el sector de la salud y la comunidad afroamericana enfrenta disparidades actualmente que tienen su origen en la esclavitud. Community Solutions, organización líder en el ámbito de la salud y los servicios humanos en Ohio, pone en relieve como los estadounidenses afrodescendientes tienen peores resultados que los blancos en muchos aspectos que incluyen:
Las disparidades sanitarias existen desde la colonia
Las diferencias en salud y atención sanitaria comenzaron tan temprano como en 1619, al llegar los primeros africanos junto a los colonizadores europeos, incluso antes de viajar.
Los africanos capturados vivían en mazmorras construidas por los comerciantes europeos en la costa occidental de África. Donde los almacenaban mientras esperaban su transporte a medida que aumentaba la demanda de mano de obra humana en el Nuevo Mundo.
En estas mazmorras, los individuos permanecían hacinados en espacios diminutos hasta un año, a menudo sin agua ni ventilación, donde comían, dormían (a menudo de pie), vomitaban, menstruaban, orinaban y defecaban.
Los que sobrevivían en estas condiciones fueron enviados a las Américas y las islas del Caribe a cambio de productos para el norte de Europa. La doctora Carolyn Roberts, profesora adjunta de Historia de la Medicina en la Facultad de Medicina de Yale, describe la trata de esclavos como una empresa gestionada desde el punto de vista médico que contribuyó a transformar la gestión médica en una empresa intercontinental.
La muerte en el viaje
Médicos europeos eran contratados para cuidar la salud de los afroamericanos en el viaje, ya que eran necesarios para servir como esclavos trabajadores en el nuevo mundo. Aún así, sufrían las consecuencias del viaje; como los mareos, epidemias de fiebre, violencia y abuso sexual.
Algunos registros conservados y compartidos por el portal web Black History Month UK, sugieren que, hasta la década de 1750, 1 de cada 5 africanos a bordo moría.
Condiciones laborales insalubres
Al llegar a su destino, muchos esclavossufrían brotes de enfermedades desconocidas, virus y bacterias traídas de los colonos europeos como la sífilis, el cólera, la viruela, el sarampión y las paperas. Además, los esclavizados estaban mal alimentados, sufrían malos tratos, exceso de trabajo y hacinamiento.
Los amos blancos nunca pensaron en los negros como seres humanos sino como capital humano, por lo que su ropa no se lavaba, los baños eran infrecuentes, la atención dental limitada y las condiciones de las viviendas inhabitables. Los piojos, la tiña y las chinches eran la norma, según la revista de historia de la Organization of American Historians, la mayor sociedad profesional dedicada a la enseñanza y el estudio de la historia de Estados Unidos.
Los esclavistas sólo recurrían al médico como último recurso, en cuyo caso no se les consultaba sobre sus cuidados, su estado o sus síntomas, y el informe médico iba directamente al propietario.
Los registros oficiales de nacimientos y defunciones de personas esclavizadas son escasos, pero según Standford Medicine, algunas estimaciones situaban la longevidad media de los afroamericanos en 21,4 años en 1850, mientras que la de los blancos era de 25,5 años. En 1860, el 3,5% de los esclavos y el 4,4% de los blancos tenían más de 60 años.
Juneteenth: a pesar de los avances, las diferencias sanitarias continúan
Tras la Emancipación (1863) y Juneteenth (1865) se fundó una Oficina de Ayuda a los Liberados y Refugiados para ofrecer una serie de ayudas que incluían alimentos, atención sanitaria, refugio y asistencia jurídica para intentar mejorar la salud de los recién liberados.
AMA Journal of Ethics, publicación mensual de la American Medical Association (AMA), reseñó que tras casi 250 años de esclavitud, muchas comunidades afrodescendientes se enfrentaban a elevados índices de enfermedades infecciosas, mortalidad infantil, desnutrición grave y lesiones no curadas que requerían recursos que las autoridades estatales y locales no podían asumir tras la Guerra Civil.
Durante sus 7 años de existencia, la Oficina nunca cumplió plenamente su misión debido a la financiación y a la presión política, ya que las políticas de la era Jim Crow estaban en sus inicios.
El siglo siguiente incluyó altos y bajos para la salud de los afroamericanos, por ejemplo la creación de 19 facultades de medicina para afrodescendientes y el posterior cierre forzoso de 17 de ellas tras el Informe Flexner de 1910.
Estos cambios aún se sienten hoy en día, Lown Institute, grupo de reflexión sin ánimo de lucro fundado por el cardiólogo y Premio Nobel de la Paz Bernard Lownes, citó las políticas de exclusión social, dejaron intencionalmente a las comunidades afroamericanas sin acceso a recursos clave como el transporte público y las farmacias.
Según un artículo compartido en el sitio web del instituto esto dio lugar a unos determinantes sociales de la salud deficientes, así como el acoso y la violencia policial persistentes, que llevaron a los estadounidenses de raza negra a estar sobrerrepresentados en el sistema jurídico penal, donde la atención sanitaria es un aspecto secundario.
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