La investigación de un caso de sobredosis de opioide, que dejó en junio a un adolescente muerto y a otro en estado grave, en el condado Fairfax, Virginia, dio un giro sorprendente. La Policía del condado confirmó a El Tiempo Latino el martes 15 de agosto, que la víctima mortal no habría fallecido a causa de sobredosis de fentanilo, como se presumió, sino por intoxicación de monóxido de carbono.
Por: Milagros Meléndez.
“La División de Narcóticos del Departamento de la Policía recibió los resultados y ha confirmado que la causa de muerte fue la intoxicación de monóxido de carbono. El caso todavía continúa en investigación”, expresó a este medio, un sargento de la división de comunicaciones del Departamento de la Policía de Fairfax.
El martes anterior, la nicaragüense Vilma González recibió al detective, que investigó el caso, Jeremy LeVan.
“Él me dijo que mi hijo no tenía rastros de drogas en su cuerpo y que había muerto por una tragedia. Él y su amigo se habían envenenado con monóxido de carbono, debido a que el auto que manejaba su amigo estaba en malas condiciones”, contó la madre.
El domingo 25 de junio, el hijo de González, Rey David Maldonado y su amigo, ambos de 16 años, fueron hallados inconscientes dentro de un auto en el estacionamiento de una tienda de comidas en Bailey’s Crossroads, Falls Church. El reporte policial dijo que los jóvenes experimentaron sobredosis de opioides.
La Policía señaló que acudió a una llamada de emergencia a las 7:21 pm en el estacionamiento de la tienda Aldi en la Columbia Pike. Un transeúnte llamó al 911 al observar a dos jóvenes que estaban aparentemente “desmayados” y que no respondían al toque de la ventana.
“Había dos personas inconscientes en un vehículo ‘con espuma saliendo de sus bocas’, según un despachador del 911”, dijo el comunicado de prensa.
En el momento, los socorristas comenzaron a administrar resucitación cardiovascular (CPR, por sus siglas en inglés) y aplicaron Narcan, un aerosol nasal que puede revertir los efectos de una sobredosis de opioides. Tras las dos dosis aplicadas del aerosol, el amigo de Rey empezó a respirar, pero Rey no daba señales de pulsaciones.
La familia no sabía nada del joven por más de cuatro horas, desde las 3 pm que había enviado el último mensaje a su madre, diciendo que iba a comprar comida en un McDonald’s.
“Yo llegué a casa a las 3:45 pm y se suponía que íbamos a salir con Rey, pero empecé a mandarle mensajes y no me contestó. Pasaron media hora, una hora, dos horas y nada. Empecé a angustiarme en gran manera”, relató la madre. “Eso era muy extraño en él, porque siempre estábamos en comunicación”, dijo. “Yo pensé que lo habían secuestrado o le habrían robado, pero nunca imaginé que estuviera muerto”, expresó.
Luego de un par de horas, González llamó a su hijo mayor y éste salió con la novia a buscarlo en su vehículo. La madre contó que al pasar por la Columbia Pike a la altura de la tienda Aldi, el hijo observó varias patrullas, ambulancias y paramédicos. Al acercarse vio que los rescatistas estaban tratando de revivir a su hermano. “Mi hijo cuenta que vio a su hermano inconsciente sin dar señales. Me llamó y nos encontramos en el hospital”, dijo.
“A las 8 de la noche dieron por muerto a mi hijo”, contó González.
Investigación y resultado sorprendente
Preliminarmente, la policía había señalado que las sobredosis estaban relacionadas con los opioides, pero eso no se confirmaría hasta que se completaran los informes de toxicología, dijo en ese entonces a El Tiempo Latino un portavoz del departamento a Fairfax.
“Nos dijeron que tomaría varias semanas para saber los resultados. Pero la investigación se estaba tratando como sobredosis”, expresó González.
De hecho, el comunicado de prensa del departamento policial, emitido el 26 de junio, encabezó con el titular “Sobredosis de droga deja un fallecido y un hospitalizado”.
El Tiempo Latino reportó el caso y entrevistó a González como parte de un amplio reportaje sobre la amenaza del fentanilo, publicado el 13 de julio, titulado: “Perdió a su hijo por sobredosis de opioides y ahora quiere ser una voz contra el fentanilo”.
“Me entrevistaron de varios canales y periódicos y todos creíamos que mi hijo había muerto por esa causa”, contó González, quien habló sobre el tema en iglesias y grupos de jóvenes, alertando a padres.
Sin embargo, el resultado de los exámenes se dio a conocer hace unos días y arrojó negativo al fentanilo y otras drogas; pero resultó positivo al monóxido de carbono.
“El detective dijo que posiblemente el otro jovencito sobrevivió porque su cuerpo había estado absorbiendo el monóxido de carbono desde antes”, sostuvo González.
¿Qué pasó? ¿Qué es la intoxicación de monóxido de carbono?
El monóxido de carbono es un gas que no tiene olor, y que también es conocido como el asesino silencioso. Este gas proviene de la gasolina que queman los autos o camionetas, los pequeños motores, las estufas, las lámparas, las parrillas, las chimeneas, las estufas y los hornos de gas.
Respirar el monóxido de carbono, reemplaza el oxígeno en la sangre, lo que puede causar falta de aire, dolores de cabeza, mareos, náusea, debilidad y hasta la muerte.
Una de las recomendaciones clave es “nunca dejar el auto o camioneta con el motor encendido dentro del garaje”. Se han reportado varias muertes, bajo estas circunstancias.
La Policía aún está investigando el caso.
Lo que habría pasado ese día es que Rey y su amigo —cuyo nombre la policía no identifica, pero González conoce— se quedaron dentro del vehículo con el motor encendido. “Lo que me ha dicho el detective es que ese carro estaba funcionando mal y emitía demasiado monóxido de carbono que pudo haber ingresado por las rejillas del aire acondicionado”, dijo la madre.
El doctor Fabián Sandoval, de la Clínica y el Centro de Investigación Emerson, en el Distrito de Columbia, explicó que el daño producido por el monóxido de carbono depende de la cantidad y el tiempo de exposición. “Estar expuesto al monóxido de carbono por una hora es una dosis fatal”, dijo el especialista.
De sobrevivir a la intoxicación por monóxido de carbono, las personas pueden experimentar daño cerebral irrecuperable o daño al corazón.
“Creemos que mi hijo perdió la consciencia y estuvo dentro del auto muchas horas”, lamentó González.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) dicen que cada año, al menos 420 personas mueren en los Estados Unidos por intoxicación accidental de monóxido de carbono y más de 100 mil personas terminan en la sala de emergencias por la misma causa.
¿Se habría salvado si respondían a la emergencia por intoxicación de monóxido y no por sobredosis?
Ante el hallazgo de los resultados, una cuestión que sale a luz es que si el joven pudiera haberse salvado al recibir primeros auxilios por intoxicación de monóxido en lugar de sobredosis. El doctor Sandoval explica que “todo depende de los factores, cuánto tiempo estuvo expuesto al monóxido o si ocurrió en el día o la noche’.
“Los policías respondieron a la emergencia, intentando salvar la vida al muchacho”, dijo. “Aplicar Narcan aún sin ser sobredosis, no empeora la situación de intoxicación, pero tal vez sí le hubiera ayudado si era sobredosis”, agregó.
Ante una situación como esta, los médicos pueden determinar si es sobredosis o intoxicación, guiándose por el color de la piel, explicó.
“En el caso de sobredosis de fentanilo, las personas tienen el rostro pálido; pero en el caso de intoxicación de monóxido, el rostro se torna rojo por la falta de aire”.
Sandoval dijo que el tratamiento para la intoxicación es la aplicación de oxígeno y que este tendría que haberse dado inmediatamente después de los primeros síntomas de intoxicación.
La tendencia es sobredosis y por eso la intoxicación de monóxido no fue la primera hipótesis
El doctor explicó la reacción de la Policía haciendo una analogía con el COVID-19. “Hace dos años cuando alguien tosía o estornudaba, todos volteaban a ver y lo primero que se pensaba era: ‘COVID y la gente se alejaba o tapaba… Ahora es así con el fentanilo. Hay tantos casos de sobredosis que lo primero que puede pensar un oficial cuando ve a dos jóvenes desmayados, dentro de un auto, botando espuma es sobredosis de opioides”, expresó.
Cifra alarmante entre hispanos de Fairfax
El condado de Fairfax ha visto un aumento en las sobredosis de opioides desde 2019, particularmente entre los jóvenes y, a menudo, con la droga fentanilo.
En el Distrito de Salud de Fairfax, que incluye las ciudades de Fairfax y Falls Church, ha habido 176 sobredosis no mortales en lo que va de 2023, hasta el 31 de mayo.
El impacto en la comunidad latina es preocupante. De los 40 casos de sobredosis que se reportaron entre jóvenes, en 2022, entre 70 y 75% eran adolescentes hispanos, según reportó el oficial Evan Dicker al hacer una presentación sobre el fentanilo, el sábado 12 de agosto en una iglesia de Falls Church.
“Ésta es una cifra desproporcional en comparación a otros grupos étnicos”, dijo Dicker, quien no pudo concluir en las razones por las que los jóvenes latinos se ven más impactados.
“A nivel de adultos, los blancos son los que representan la mayoría de casos”, señaló.
¿Motivo de demanda?
Otros de los cuestionamientos que se generan con los resultados de la toxicología es si la situación amerita una demanda por parte de la familia. El abogado Joseph Malouf, especialista en caso de accidentes, con práctica en Maryland y Virginia, expresó que más que en contra de la institución policial, se podría entablar una demanda en contra de la compañía del seguro del dueño del auto; pero tendría que estudiarse el caso.
González y su hijo mayor analizan si van a proceder con una demanda. “Cualquier cosa que haga no me va a devolver a mi hijo, pero sí puede prevenir otras muertes”, enfatizó la madre.
En medio de la tragedia, paz al corazón
González dijo que la noticia que le dio el detective trajo “paz a su corazón”. Por semanas la madre se había preguntado a sí misma: “¿En qué fallé? ¿Por qué Rey consumió la pastilla, si tantas veces su hermano y yo le habíamos hablado de lo malo que eran las drogas?”.
El enterarse de que su hijo no falleció de sobredosis, sino de otra causa le dio cierta calma. “Pensaba que mi hijo se había muerto por sobredosis y quise levantar la voz contra el fentanilo, ahora la voy a levantar también en contra del monóxido de carbono”, expresó. “Como padres, debemos tener cuidado de darle a nuestros hijos autos que estén en buenas condiciones”, finalizó.
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