La tensión no se disipa en Nueva York. Tampoco en el resto de Estados Unidos. El gran jurado se toma su tiempo para deliberar y evalúa implicar a otro testigo. El fiscal del distrito de Manhattan insiste que sopesan algunos cargos. Los demócratas siguen con premura su agenda legislativa y ven con cautela hacia la Gran Manzana. Los republicanos vacilan en asomar candidaturas a las primarias presidenciales; otros enfilan la artillería contra un multimillonario con amplia experiencia como chivo expiatorio: George Soros.
Los republicanos mantienen la tesis de persecución política contra Trump. La cautela de los demócratas busca no atraer la atención; no opinan sobre la eventual acusación penal al expresidente norteamericano. Ante la falta de dimes y diretes con los liberales, los republicanos han decidido acudir a un viejo enemigo, el inversionista húngaro-judío, George Soros, reseña una nota de AP.
La subtrama empezó el lunes. Trump utilizó su plataforma Truth Social para afirmar que Bragg “recibió MÁS DE UN MILLÓN DE DÓLARES” de Soros. Este mensaje siguió a su anuncio anticipado y falso sobre su detención y a la poca convocatoria que tuvo su llamado a protestar.
J.D. Vance, senador de Ohio, tuiteó que el fiscal Bragg fue “comprado por George Soros”. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, calificó el caso como un circo fabricado.
Experiencia como chivo expiatorio
No es la primera vez que Soros está en la mirilla de acusaciones de corrupción y de campañas pagadas por grupos conservadores, recuerda The San Diego Union-Tribune. Es fiero estratega financiero como filántropo reconocido.
En 1979, apoyó el Apartheid a través Open Society Foundation de Sudáfrica, recién fundada, recoge el sitio web voseurop.eu. En 1984, agrega este portal digital, comenzó a financiar movimientos democráticos en Hungría; uno de los beneficiados con becas fue Viktor Orbán, quien entonces era ministro de Justicia y hoy, primer ministro Húngaro y enemigo declarado de Soros.
Otros señalamientos contra Soros son:
- Financia manifestaciones por los homicidios de personas de raza negra en Estados Unidos, como ocurrió tras la muerte de George Floyd hace tres años.
- Organiza eventos mundiales para desestabilizar gobiernos conservadores.
- Tiene vínculos familiares con figuras políticas como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, o el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
- Quiebra del Banco de Inglaterra, en 1992.
Desinformación y escándalo
El inversionista y filántropo multimillonario de 92 años —que ha sido acusado falsamente de contratar a manifestantes violentos y de cometer crímenes electorales— no donó directamente al fiscal de Nueva York que dirige la investigación, remarca AP.
Ello no ha evitado que Trump y otros republicanos de alto perfil acusen Fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de actuar en nombre de Soros.
Estos señalamientos explotan un área gris de recaudación de fondos de campaña, en la que las conexiones tenues entre los donantes de PAC y los candidatos que finalmente reciben los fondos pueden ser poco claras.
Las afirmaciones engañosas sobre el vínculo de Soros con el caso de Trump provienen de una donación real que hizo el filántropo en 2021. Soros envió 1 millón de dólares a Color of Change PAC, un grupo político que dirigió una campaña de gastos independiente para apoyar la carrera del fiscal de distrito de Bragg.
El portavoz de Soros, Michael Vachon, confirmó que la contribución del rico donante al PAC no estaba destinada a ser utilizada para Bragg. Soros no donó directamente a la campaña de Bragg, y los dos nunca se conoce en persona, por teléfono o virtualmente, enfatizó Vachon.
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No es una, son varias
Color of Change se define como una organización de justicia racial. La integran 7 millones de miembros de acuerdo con su portal web. Su propósito “crear un mundo más humano y menos hostil para la gente negra en Norteamérica”
Contribución de Soros al PAC, confirmada a la AP, buscan cambiar el sistema de justicia penal; el donativo sigue un patrón para el inversor, quien “ha hecho numerosas contribuciones en apoyo de fiscales reformistas en todo el país desde 2015”, expresó Vachon.
Soros escribió en un artículo de opinión en 2022 que apoya a estos candidatos porque invierten en los cambios que él apoya, incluidos los programas de salud mental y el tratamiento de la drogadicción como una enfermedad en lugar de un delito. Soros donó alrededor de $ 4 millones a Color of Change entre 2016 y 2022.
Aun así, los republicanos y los usuarios de las redes sociales han tratado de usar la donación de 2021 para vincular a Soros con los inminentes cargos potenciales contra Trump. Algunas publicaciones ampliamente compartidas incluso han afirmado falsamente que Soros donó directamente a la campaña de Bragg o personalmente impulsó la investigación.
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¿Destinatario claro?
En una situación como esta, cuando un donante entrega fondos no asignados a un PAC cuyo gasto no controla, “no hay conexión entre el contribuyente original y el beneficiario final que el PAC ha elegido apoyar”, explicó Jerry Goldfeder, experto en financiamiento de campañas de Nueva York y asesor especial de Stroock & Stroock & Lavan LLP.
Incluso cuando es falso sugerir que Soros contribuyó directamente al esfuerzo electoral de Bragg, es justo decir que las entidades vinculadas a Soros invirtieron una suma significativa para ver a Bragg elegido, expresó Hank Sheinkopf, consultor político en Nueva York. El hijo y la nuera de Soros, Jonathan Soros y Jennifer Allan Soros, dieron directamente a la campaña de Bragg, según datos de contribución pública.
Eso brinda cobertura política a los republicanos para vincular a Bragg con Soros, un nombre que “hace que las personas de la derecha populista pierdan la cabeza”, sostuvo Sheinkopf.
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Guion antisemita
Estos ataques dan a las personas proclives a teorías de conspiración una respuesta simple para un mundo complicado —pero que promueve ideas antisemitas dañinas, según Jonathan Sarna, profesor de historia judía estadounidense en la Universidad de Brandeis.
“Necesitamos entender que esto no tiene nada que ver con Soros”, consideró Sarna. “Pero tiene todo que ver con una visión muy antigua y antisemita de que, aunque los judíos son pequeños, realmente controlan todo. La idea de que detrás de escena, y apenas visible, busque al judío”.
La difusión de tales narrativas se ha relacionado con el daño del mundo real. En 2018, un hombre de Florida mencionó a Soros docenas de veces en las redes sociales antes de enviar bombas de tubería a las salas de redacción, los principales demócratas y el propio Soros.
“Lo que ha sido tan desalentador para muchos judíos estadounidenses es que realmente pensaron que habíamos dejado atrás muchos de esos tropos antisemitas”, lamentó Sarna. “Y ahora, he aquí, están de vuelta”.
En 2017, Nigel Farage, eurodiputado británico y antiguo líder del partido UKIP, habló sobre George Soros, utilizó casi las mismas palabras que en su día empleó el fabricante de autos Henry Ford. Ford editó entre 1920 y 1922 en numerosos idiomas el libro El judío internacional. El problema más acuciante del mundo. Farage expresó que el inversionista judío Soros representa “el mayor peligro para todo el mundo occidental”. La advertencia de la amenaza judía estaba presente en las palabras de Farage.
Vikor Orbán, Nigel Farage, los socios de Marine Le Pen, Donald Trump y diversos senadores republicanos, así como los miembros del partido alemán AfD han insuflado nueva vida a la supuesta amenaza judía, señala una nota en DW.
