El Tribunal Superior de Los Ángeles recibió demandas por acoso sexual y ambiente de trabajo hostil contra la cantante y rapera Lizzo.
Las acusaciones proceden de tres exbailarinas de la cantante, que afirmaron que Lizzo presionó a una de ellas para que mantuviera una interacción inapropiada con una artista desnuda en un club de Amsterdam.
En la demanda judicial, presentada el martes 1 de agosto, una de las bailarinas la acusó de avergonzar su peso y por eso renunció al trabajo.
La demanda también implica a Shirlene Quigley, directora del equipo de danza de Lizzo, señalada por acoso religioso y comportamiento sexual inapropiado. No está claro si la cantante tenía conocimiento de estas acusaciones.
Las demandantes también acusaron a Big Grrrl Big Touring, Inc, la productora de Lizzo, y alegaron acoso religioso y racial, detención ilegal e interferencia con posibles beneficios económicos, entre otros cargos.
Las acusaciones hacia Lizzo
Lizzo, cuyo nombre real es Melissa Viviane Jefferson, es conocida por su defensa de la positividad corporal y celebrar su físico.
La imagen pública de Lizzo choca frontalmente con estas acusaciones, como señaló el abogado Ron Zambrano.
“Como Lizzo y su equipo de gestión trataron a sus artistas parece ir en contra de todo lo que ella representa públicamente, mientras que en privado avergüenza a sus bailarines y los degrada de maneras que no solo son ilegales sino absolutamente desmoralizantes”, agregó Zambrano.
La demanda describe un incidente en el que Lizzo supuestamente avergonzó a la bailarina Arianna Davis por su peso tras una actuación en el festival de música South by Southwest.
Ni Lizzo, ni Quigley, ni ningún representante de la productora han hecho comentarios al respecto.
También se detallaron las experiencias de otras dos exbailarinas, Crystal Williams y Noelle Rodriguez, que colaboraron con Lizzo tras aparecer en su reality show de Amazon de 2021, Watch Out for the Big Grrrls.
Alegaron acosos sexuales durante una visita al club de striptease Bananenbar de Ámsterdam, donde Lizzo habría presionado a sus compañeras de reparto para que se comportaran de forma indecente con las artistas desnudas.
Estipula que Davis se sintió obligada a tocar a una artista debido a la insistencia de Lizzo, lo que le causó malestar.
Denunciaron acoso racial y religioso por supuestos comentarios racistas y gordofóbicos realizados por los empleados de la compañía de gira hacia las bailarinas, que son mujeres de color y con sobrepeso.
Quigley está implicada en la demanda de acoso religioso por imponer supuestamente sus creencias cristianas a los demás.
El despido de dos bailarinas
La demanda reveló el despido de dos bailarinas: Williams fue despedida en abril tras un desacuerdo sobre un supuesto consumo de alcohol antes de la actuación.
Davis fue despedida en mayo, supuestamente por grabar una reunión debido a que su estado de salud a veces le provoca desorientación en situaciones de estrés.
Al parecer, en una reunión posterior, Lizzo se enfrentó a la bailarina por la grabación, lo que provocó que Davis lo admitiera y fuera despedida al instante. Rodríguez también dimitió durante esta reunión, alegando falta de respeto.
La demanda incluye una reclamación por detención ilegal contra la productora de Lizzo, alegando que Davis fue obligada a permanecer en la sala después de la reunión para que registraran su teléfono.
Las exbailarinas piden indemnización por angustia emocional, salarios no pagados, lucro cesante y honorarios de abogados, sin especificar una cantidad en dólares.
