El artista británico Ed Sheeran ha sido absuelto de las acusaciones de plagio en el caso que lo enfrentaba a los herederos de Ed Townsend, coautor de la canción “Let’s Get It On” de Marvin Gaye.
El veredicto del jurado del tribunal de Manhattan se inclinó a favor de Sheeran, determinando que había creado “independientemente” su éxito “Thinking Out Loud”.
Sheeran se levantó y abrazó a su equipo de abogados cuando el jurado determinó que había creado “independientemente” su canción, constató una reportera de la AFP en el interior de la sala del juicio.
Un caso polémico
El caso se centró en si Sheeran había copiado elementos compositivos o melodías de “Let’s Get It On”, una canción clásica de 1973 coescrita por Gaye y Ed Townsend.
Los herederos de Townsend demandaron a Sheeran, su discográfica Warner Music Group y su editorial musical Sony Music Publishing en 2016, alegando que habían infringido su derecho de autor sobre la canción de Gaye.
Los demandantes afirmaron que había similitudes entre la progresión de acordes, el ritmo armónico y ciertas melodías en las dos canciones. El equipo legal de Sheeran argumentó que las melodías eran diferentes y que los elementos utilizados en ambas canciones eran comunes en la música pop.
Una actuación en solitario y una prueba irrefutable
Durante el juicio, el artista británico interpretó la primera línea de “Thinking Out Loud” para el jurado en un intento de rebatir el testimonio del testigo experto de los demandantes. Sheeran también dijo que le parecían “muy insultantes” las acusaciones del caso.
Tambien, declaró que él y su coautora, Amy Wadge, escribieron “Thinking Out Loud” en menos de un día en febrero de 2014 cuando Wadge estaba alojada en su casa en el Reino Unido.
El jurado determinó que Sheeran no copió indebidamente elementos o melodías de “Let’s Get It On”. El jurado encontró que Sheeran creó independientemente su canción. Al escuchar el veredicto, Sheeran abrazó a sus abogados.
Sheeran también se enfrenta a reclamaciones por “Thinking Out Loud” en el mismo tribunal por parte de una empresa propiedad del banquero de inversiones David Pullman que posee derechos de autor sobre la canción de Gaye.