Una mujer de Kentucky fue acusada de disparar mortalmente a su conductor de Uber en el oeste de Texas, después de creer que la habían secuestrado y la llevaban a México, informó la policía.
Phoebe Copas está encarcelada desde el domingo en El Paso, Texas, tras ser acusada de asesinato la semana pasada por la muerte de Daniel Piedra García, de 52 años.
El tiroteo tuvo lugar el 16 de junio cuando Piedra conducía a Copas a un lugar en el extremo sureste de El Paso. Copas, que es de Tompkinsville, Kentucky, estaba en El Paso visitando a su novio.
Durante el trayecto, Copas vio señales de tráfico en las que se leía “Juárez, México”, según una declaración jurada de arresto. Creyó que era secuestrada y llevada a México, Copas tomó una pistola de su bolso y disparó a Piedra en la cabeza, el vehículo chocó contra unas barreras antes de detenerse en una autopista.
“La investigación no apoya que se produjera un secuestro o que Piedra se desviara del destino de Copas”, dijo la policía en un comunicado de prensa. La policía alega que antes de llamar al 911, Copas tomó una foto de Piedra después del tiroteo y la envió por mensaje de texto a su novio.
Piedra fue hospitalizado durante varios días antes de que su familia le retirara el soporte vital después de que los médicos les dijeran que no se recuperaría.
“Era un hombre muy trabajador y muy divertido”, declaró Didi López, sobrina de Piedra, al diario El Paso Times. “Nunca estaba de mal humor. Siempre era de los que, si te veía de mal humor, se acercaba e intentaba levantarte el ánimo”.
Copas, está detenida y su fianza se fijó en 1,5 millones de dólares y fue acusada inicialmente de agresión con agravantes. La acusación se elevó a asesinato tras la muerte de Piedra.