El congresista hispano George Santos, republicano de Nueva York, se entregó esta mañana a las autoridades federales para comparecer ante un tribunal federal de Central Islip, en Long Island, a última hora del miércoles, después de que fuera acusado de una serie de delitos financieros.
Santos, de 34 años, es acusado de fraude, blanqueo de dinero, robo de fondos públicos y declaraciones falsas. El congresista y su abogado no respondieron a mensajes anteriores en busca de comentarios.
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Según las autoridades federales, Santos le mintió a sus donantes, a la Cámara de Representantes, a funcionarios estatales y a otras personas. Por estas mentiras, Santos enfrenta siete cargos de fraude electrónico, tres cargos de blanqueo de dinero, un cargo de robo de fondos públicos y dos cargos de mentir a la Cámara de Representantes en formularios financieros.
“En conjunto, las acusaciones del auto de procesamiento acusan a Santos de basarse en la deshonestidad y el engaño reiterados para ascender a los pasillos del Congreso y enriquecerse”, dijo el fiscal federal Breon Peace en un comunicado. “Utilizó contribuciones políticas para llenarse los bolsillos, solicitó ilegalmente subsidios de desempleo que deberían haber ido a parar a neoyorquinos que habían perdido su trabajo debido a la pandemia y mintió a la Cámara de Representantes”.
Santos ha sido objeto de múltiples investigaciones. Fiscales y agentes federales han examinado los informes financieros de su campaña y una serie de cuestiones relacionadas con sus ingresos y gastos personales.
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De particular interés para las autoridades es cómo los ingresos de Santos parecían fluctuar significativamente, así como un préstamo que hizo a su campaña de más de $700 mil, según personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato para discutirlo, reseñó The Washington Post.
En marzo, un grupo de expertos en ética de la Cámara de Representantes dijo que investigaría a Santos y creó un subcomité bipartidista para examinar las acusaciones contra él, incluidas sus prácticas empresariales en el pasado, los gastos de financiación de la campaña y una acusación de conducta sexual inapropiada.
Las mentiras del congresista afectan a casi todos los aspectos de su vida, desde sus antecedentes familiares hasta su perfil académico y su experiencia laboral.
