Si sólo tienes unos segundos, lee estas líneas:
- La situación de personas sin hogar, o homelessness, afectó al menos a medio millón de personas en Estados Unidos en 2022. La mayor cantidad y tasa de homelessness se registra en California.
- Los expertos dicen que se exagera el vínculo de causalidad entre las drogas y el homelessness, aunque una vez en la calle es común el uso de sustancias. Sin embargo, apuntan a la escasez de viviendas como la causa principal.
- La política de hogar primero (housing first) es blanco de disputa entre demócratas y republicanos; mientras los primeros la defienden, los segundos la critican y dice que debe exigirse sobriedad a quien se entregue un techo.
Según el Censo anual del Departamento de Vivienda y Desarrollo Social (HUD por sus siglas en inglés), 582,462 personas –18 de cada 10,000 personas en Estados Unidos– fueron homeless (personas sin hogar) en 2022 en Estados Unidos. Un 60% de esas personas se encontraban en refugios de emergencia (emergency shelters) o programas de vivienda transitoria (transitional housing programs), mientras que el otro 40% vivía en la calle. El último sondeo se realizó en febrero y marzo de 2022.
Esos números no son exactos porque si las personas no son visibles en la calle, no se incluyen en las cifras. Al realizarse en invierno, muchos expertos dicen que aumenta la probabilidad de omitir gente.
Más de la mitad de esas personas sin hogar se encontraban en 4 de los 50 estados del país, con la mayoría en California y Nueva York. California tiene la tasa más alta de homeless: 44 de cada 100,000 habitantes no tienen hogar. Los siguientes estados con mayores tasas son Vermont, Oregon y Hawai.
Además, en California hay muchas más personas afuera -un 67% de las personas homeless estaban en la calle comparado con Nueva York, donde un 95% se encontraban en albergues transitorios, según el reporte. Esto ocurre porque en Nueva York es obligatorio que haya albergues para indigentes, según la ley del estado de Nueva York y en California, no. Un experto de las Naciones Unidas dijo que lo que se veía en las calles de San Francisco es una violación de los derechos humanos.
En relación con enero de 2020, la última vez que se realizó el censo previo a la pandemia, aumentó un 3% la cantidad de personas homeless en Estados Unidos. Sin embargo, la cantidad de personas albergadas (sheltered) bajó 1.6% y aumentó 3.4% el número de personas en la calle. Una posible razón, según Abt Associates, la consultora que realizó el reporte para HUD, es que las medidas de distanciamiento social por seguridad adoptadas durante la crisis por COVID-19 redujeron la capacidad de los albergues.
Otro dato importante que se destaca en el reporte es que la mayoría de esas personas se ha quedado sin hogar por primera vez.
El 30% de los encuestados en ese censo reportaron ser homeless por más de un año (chronically homeless). En cambio, lo que se observa es que a medida que regresan a sus hogares o el estado u otras organizaciones les proveen viviendas, nuevas personas se quedan sin hogar.
En Los Ángeles, por ejemplo, unas 207 personas salen de situación de calle por día, pero otras 227 terminan sin hogar, según el Departamento de Vivienda de la Ciudad.
¿Por qué llega la gente a vivir en la calle?
Es casi inevitable que surja el tema de las drogas cuando se discute el tema de las personas sin hogar. Sin embargo, los expertos dicen que se exagera el vínculo de causalidad entre las dos.
“Hay mucha desinformación en torno a la cantidad de personas con trastorno por uso de sustancias (SUD) y trastornos mentales. La mayoría de las personas en situación de calle están en la calle por factores económicos”, dijo Melissa Chinchilla, investigadora especialista en homelessness en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en una entrevista con Factchequeado.
Según los números de HUD, en 2022, 21% de la población homeless reportó un trastorno mental serio y 16% reportó un trastorno por uso de sustancias. Una investigación reciente en Los Ángeles de UCLA que revisó las historias médicas de una muestra de 37,000 personas homeless en Los Ángeles demostró que un 20% tenía un trastorno mental serio diagnosticado, y un 25% tenía cualquier tipo de trastorno mental.
Los expertos apuntan a otra causa como la principal detrás de este fenómeno en alza: el alto costo de las viviendas en los lugares con las mayores tasas de homelessness. En el libro Homelessness Is a Housing Problem (Que las personas estén sin hogar es un problema de vivienda), Gregg Colburn, profesor de la Universidad de Washington, y el científico de datos Clayton Page Aldern argumentan que la crisis de homelessness no la explican ni las drogas ni la salud mental ni la pobreza, sino los altos alquileres y las bajas tasas de vacantes. Muchas ciudades en el sur o el medio oeste de Estados Unidos, por ejemplo, tienen mayores tasas de pobreza, adicción y trastornos mentales, pero menores tasas de homelessness. En cambio en California, esa escasez es más grave que en cualquier otro lugar, en parte por el alto costo de construcción y la demanda por vivir ahí.
“Imaginate que un chico tiene un esguince de tobillo. Cuando sacan las sillas, ese chico va a ser el último en conseguir una silla y va a perder el juego. La razón no es porque tiene un esguince, sino porque le sacaron la silla. Es lo mismo con cualquier discapacidad. Te hace más vulnerable al homelessness, pero la razón es que no alcanzan las viviendas asequibles”, explicó a Factchequeado Alex Visotzky, senior policy fellow de California en el National Alliance to End Homelessness.
¿Cuál es la solución al homelessness?
Hay un debate intenso entre demócratas y republicanos acerca de la solución al homelessness, que tiende a concentrarse en grandes ciudades, donde suelen elegir a dirigentes demócratas. Ese debate es en torno a housing first (primero hogar), política nacional que desde hace varias décadas estipula que la sobriedad no es un requisito para acceder a la vivienda. Primero, se le provee a la persona sin hogar un techo y luego se pueden tratar otros temas, como los trastornos mentales o por uso de sustancias y la falta de trabajo.
En los últimos años, al ver que el problema estaba empeorando en vez de mejorando, varios republicanos introdujeron la idea del treatment first (primero tratamiento), la idea de que hay que plantear la sobriedad como requisito antes de proveer una vivienda gratuita.
Hay varios reportes que demuestran que al proveer una vivienda sin barreras, las personas son menos propensas a regresar a la calle.
Un reporte de la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de 2018 dice que los estudios que demuestran mejora en la salud de esos participantes no son concluyentes.
Visotzky, del National Alliance to End Homelessness, destaca que el incremento que se ha observado de homelessness en los últimos años no es debido al fracaso de la política sino a la falta de viviendas, ya que no alcanzan los recursos ni en California ni en otros estados para lograr la política de primero hogar como fue diseñada. Pero hay un subgrupo de la población en la que sí se han invertido suficientes recursos y mantenido la política de housing first: los veteranos de guerra.
Entre 2009 -el primer año que se midió la tasa de homelessness entre este grupo en California- y 2022, bajó un 55% la población homeless. Entre 2020 y 2022 bajó un 11%. Ese grupo fue priorizado para acceder a viviendas del estado a través del método de hogar primero, según el Departamento de Asuntos de Veteranos. Entre enero y septiembre de 2022, 30,914 veteranos entraron en viviendas permanentes con apoyos (permanent supportive housing).
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