La migración venezolana no ha cesado de seguir intentando sus objetivos. Esta vez varios grupos numerosos han cruzado el muro fronterizo de El Paso en las últimas horas.
La Patrulla Fronteriza estadounidense publicó en Twitter, a través de un funcionario, que 500 migrantes intentaron entrar ilegalmente en el país el miércoles por la noche.
Funcionarios de la agencia dijeron que otros grupos grandes, posiblemente de 100 a 200, estaban cruzando el jueves por la mañana.
Un gran número de migrantes venezolanos, posiblemente miles, quedaron varados en Ciudad Juárez, México, después de que la administración Biden emitiera en octubre nuevas normas que obligan a los solicitantes de asilo a requerirlo a distancia una vez que consigan un patrocinador.
Anteriormente, la administración estaba liberando a venezolanos no patrocinados en “parole” en El Paso, lo que llevó a los funcionarios locales a utilizar recursos de emergencia para alimentarlos, alojarlos temporalmente y ponerlos en autobuses con destino al interior de Estados Unidos.
Sin embargo, según fuentes mexicanas han dicho a Border Report, los venezolanos han seguido llegando y permaneciendo en Ciudad Juárez.
Algunos videos obtenidos por la fuente muestran a cientos de venezolanos reuniéndose el miércoles por la noche en las inmediaciones del monumento de la Gran X Roja en Juárez, para luego dirigirse de manera ordenada a las orillas del Río Grande.
Varios venezolanos migrantes dijeron al equipo fotográfico que se había corrido la voz en la comunidad de que el gobierno de Estados Unidos enviaría en autobús a los migrantes recién llegados a la frontera canadiense, donde podrían conseguir trabajo.
A esto se une también el hecho de que la Casa Blanca informó la semana pasada que dejará de considerar el Covid-19 como una emergencia nacional el próximo 11 de mayo, y el título 42 – que contempla la rápida expulsión de migrantes con posibilidades de riesgo sanitario- quedará sin efecto.
Los venezolanos llevan cuatro meses soportando duras condiciones en las calles de Juárez.
Muchos se niegan a ir a albergues y prefieren pasar el rato cerca del Río Grande o alquilar colectivamente habitaciones en barrios de Juárez a la vista de la frontera estadounidense, según han declarado funcionarios mexicanos e incluso los propios migrantes.
Las autoridades de Juárez han recibido quejas de comerciantes de zonas turísticas cercanas a la frontera estadounidense de que los venezolanos están provocando que sus clientes se alejen.