El estado de California continuó esta semana con sus esfuerzos para desmantelar el mayor sistema de corredores de la muerte de Estados Unidos mientras enfrenta críticas de los familiares de las víctimas.
Bajo el mandato del gobernador Gavin Newsom, el estado comenzó el traslado de condenados a muerte a otra prisiones. La administración de Newsom espera poder trasladar a los 671 condenados a muerte -650 hombres y 21 mujeres- a otras prisiones del estado con unidades de alta seguridad, publicó NPR.
- El programa piloto responde a la creencia de Newsom de que la pena de muerte en Estados Unidos es injusta, tiene prejuicios raciales y de clase y está poco relacionada con la justicia.
- El Departamento de Correccionales y Rehabilitación del estado (CDCR, por sus siglas en inglés) denomina exitoso al programa piloto que trasladó voluntariamente a 101 reclusos del corredor de la muerte a prisiones de población general de todo el estado.
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- Algunos presos podrán conseguir trabajo o compañeros de celda si se les integra en la población penitenciaria general.
- El CDCR dice que la medida permite al estado “eliminar gradualmente la práctica de segregar a los condenados a muerte basándose únicamente en su sentencia”.
La pena de muerte en California
Técnicamente, la pena de muerte sigue existiendo en California. Los fiscales aún pueden solicitarla. Pero nadie ha sido condenado a muerte en el estado en 17 años. En 2019, Newsom impuso una moratoria sobre las ejecuciones y cerró la cámara de la muerte en San Quentin, la decrépita y todavía muy utilizada prisión del siglo XIX con vistas a la bahía de San Francisco.
- Según las autoridades, no se volverá a condenar a ningún recluso ni se ofrecerán conmutaciones de la pena de muerte.
- Los grupos contra la pena capital están eufóricos de que el estado con la mayor población de condenados esté avanzando en sus esfuerzos para, de hecho, unirse a los otros 23 estados que han abolido sus corredores de la muerte.
- Pero los partidarios de la pena de muerte y los defensores de los derechos de las víctimas están frustrados y enfadados. “Escuchar estas noticias es devastador”, afirma Sandra Friend. Describe sentirse víctima de nuevo.
- En los últimos años, los gobernadores de Pennsylvania y Oregón también han impuesto moratorias a la pena de muerte.