A los 41 años, Britney Spears vive un nuevo fracaso amoroso por la separación de Sam Asghari. El modelo y entrenador personal de 29 años le pidió el divorcio a La Princesa del Pop por “diferencias irreconciliables”, luego de haber estado casados durante 14 meses.
El actor confirmó en Instagram la noticia de la ruptura: “Después de seis años de amor y compromiso mutuo, mi esposa y yo hemos decidido terminar nuestro viaje juntos”. Además, pidió consideración a la prensa: “Mantendremos el amor y el respeto que nos tenemos y le deseo lo mejor siempre. Pedir privacidad parece ridículo, así que sólo les pediré a todos que sean amables y considerados”.
La cantante también se expresó en las redes sociales al publicar un video bailando el tema “If” de Janet Jackson, con un mensaje contundente: “Como todos saben, Hesam y yo ya no estamos juntos… Seis años es mucho tiempo para estar con alguien, así que estoy un poco en shock pero… No estoy aquí para explicar por qué, ¡porque honestamente no es asunto de nadie! ¡Pero ya no podía soportar el dolor, sinceramente!”.
“He jugado fuerte durante demasiado tiempo y mi Instagram puede parecer perfecto, ¡pero está lejos de la realidad y creo que todos lo sabemos! Me encantaría mostrar mis emociones y mis lágrimas sobre cómo me siento realmente, ¡pero por alguna razón siempre he tenido que ocultar mis debilidades! ¡Si no fuera el soldado fuerte de mi padre, me enviarían a lugares para que me curaran los médicos! Porque ahí es cuando más necesitaba a la familia. Se supone que debes ser amado incondicionalmente… ¡no bajo condiciones! Así que seré tan fuerte como pueda y haré lo mejor que pueda”, afirmó Britney en Instagram.
La historia de amor de Britney Spears con Sam Asghari
En 2016, comenzó este romance cuando la intérprete conoció al actor durante el rodaje del videoclip “Slumber Party”. La pareja debió esperar unos años para formalizar la relación. En abril de 2022, la intérprete de “Oops!…I Did It Again” contó que estaba embarazada de su entonces prometido. Sin embargo, un mes más tarde señaló en las redes sociales que había sufrido un aborto espontáneo.
Luego de refugiarse en la música para salir adelante, el 9 de junio de 2022 celebraron una fiesta de casamiento en su casa de Thousand Oaks, California. Con esta boda Britney parecía retomar las riendas de su vida al recuperar su libertad, tras el fin de la tutela judicial de su padre que duró más de 13 años. Sin embargo, a más de un año del casamiento, no pudieron superar la crisis y se terminó el amor.
Crecen los rumores que un posible engaño amoroso fue la causa del fin del matrimonio. El portal TMZ aseguró que Sam se habría enojado por una supuesta infidelidad de Britney con un integrante del personal de su casa, pero todavía no hubo confirmación al respecto.
Dos bodas y el nacimiento de sus hijos
La intérprete de “Toxic” siempre tuvo una vida amorosa intensa. En 2002 conoció al bailarín Kevin Federline cuando grabaron el video “My Perrogative”. En ese momento, él ya tenía una familia con Shar Jackson, sin embargo, se separó para apostar por su relación con la cantante. Finalmente se casaron el 18 de septiembre de 2004 en Los Ángeles.
Un año después de la boda, nació Sean Preston, el primer hijo de la pareja, el 14 de septiembre de 2005. Mientras que Jayden James llegó el 12 de septiembre de 2006. Parecía que Britney Spears había cumplido el sueño de ser madre y formar una familia, aunque la relación con su marido no era buena. Además, la prensa lo acusaba de ser un cazafortunas y de aprovecharse de la fama de la artista para impulsar su carrera como rapero. Ellos intentaron sin éxito mejorar la imagen de la pareja con el reality Britney & Kevin caótico.
La situación fue empeorando hasta que la artista pidió el divorcio en noviembre de 2006 luego de tres años de matrimonio. Ambos compartían la custodia de los niños, pero Spears tuvo un colapso mental y fue internada en un psiquiátrico en 2008. A partir de ese episodio, Federline quedó a cargo de los hijos y la intérprete, bajo la tutela de su padre, Jamie Spears. Durante más de una década, la cantante no pudo tomar decisiones sobre su vida y luchó por recuperar su libertad, como se refleja en el documental Britney vs. Spears.
Antes de su boda con Federline, la artista había tenido su primer fracaso matrimonial con Jason Allen Alexander, un amigo de su infancia. En 2004 se casaron en Las Vegas luego de una noche de diversión, alcohol y rebeldía.
La unión fue cortísima ya que duró apenas unas 55 horas hasta que pidieron la anulación. Jason quedó obsesionado con Britney a tal punto que intentó arruinar la boda con Sam Asghari, pero fue arrestado.
La Princesa del Pop sufrió fuertes desengaños amorosos, aunque nunca cerró las puertas de su corazón. “El amor es un sentimiento asombroso, y vale tanto la pena como seguir adelante y asumir el riesgo de salir herido”, había declarado la popular artista que ha demostrado ser una luchadora a pesar de las dificultades de la vida.