Portland y las comunidades cercanas están alarmadas ante el notable aumento del número de mujeres y niñas desaparecidas en la región este año. Un experimentado investigador de casos sin resolver ha exigido una investigación exhaustiva. Algunos sospechan de la existencia de un asesino en serie.
La semana pasada, la policía hizo público un comunicado en el que restaba importancia a la posibilidad de que se tratara de un asesino en serie, a pesar de haber encontrado seis cadáveres de mujeres en Portland y sus alrededores en un periodo de cinco meses. De las 140 personas dadas por desaparecidas en el condado de Multnomah, Oregón, en 2023, aproximadamente la mitad son mujeres y niñas, según la base de datos en línea del estado. Oregón tiene actualmente 401 casos activos de personas desaparecidas.
Joseph Giacalone, sargento retirado de la policía de Nueva York y profesor adjunto del John Jay College of Criminal Justice, afirma que el elevado número de casos de personas desaparecidas debe considerarse un problema de seguridad pública, incluso sin pruebas de actividad delictiva. Destaca que el recuento de casos abiertos relacionados con mujeres y niñas desaparecidas durante el primer semestre de este año ya es significativamente superior a los 46 de finales de 2022.
Giacalone propone que algunas de las desapariciones podrían estar relacionadas con las políticas indulgentes de Portland respecto a los sin techo y los mercados de droga al aire libre. Informó a Fox News Digital: “No se pueden tener estas ciudades de tiendas de campaña y estos mercados de drogas al aire libre, que sólo fomentan este tipo de comportamiento”.
Añadió que es probable que se descubran más cadáveres, potencialmente debidos a sobredosis, y que pueden haber sido ocultados por compañeros consumidores que desean evitar llamar la atención.
Las seis mujeres cuyos restos se han encontrado en las inmediaciones son Kristin Smith, de 22 años, Joanna Speaks, de 32 años, Charity Perry, de 24 años, una mujer no identificada, Bridget Webster, de 31 años, y Ashley Real, de 22 años. De estos casos, sólo la muerte de Speaks, que fue descubierta con heridas contusas en la cabeza y el cuello detrás de un granero abandonado al norte de Portland, ha sido declarada públicamente homicidio por los investigadores.
El caso de Perry se ha relacionado con campamentos de indigentes y mercados de droga al aire libre. Su madre, Diana Allen, reveló que Perry tenía un historial de abuso de sustancias y problemas de salud mental. Pensaba que su hija residía en una tienda de campaña en Vancouver, pero más tarde supo que había sido vista por última vez en un mercado al aire libre de fentanilo en Portland, donde sufrió una sobredosis.
Giacalone hizo hincapié en la necesidad de una investigación completa, que incluya la utilización de perros rastreadores de cadáveres y otros recursos. También subrayó la posibilidad de que un asesino en serie tuviera como objetivo a las poblaciones más vulnerables, como consumidores de drogas, personas sin hogar y profesionales del sexo. “Si un asesino en serie está implicado en algo de esto, tiene la tapadera perfecta”, declaró.
Portland, junto con otras ciudades de la costa oeste, ha sufrido en los últimos años una crisis de personas sin hogar. La ciudad ha puesto en marcha un sistema de denuncia de acampadas ilegales para ayudar a atajar el problema. No obstante, el preocupante número de mujeres y niñas desaparecidas en la región sigue siendo un problema urgente que exige atención y acción inmediatas.
