El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, ha rechazado una normativa que habría impuesto un salario mínimo a los conductores de empresas de transporte colectivo como Uber y Lyft, lo que ha provocado la reacción de los concejales de la ciudad, que la consideran una falta de respeto a los derechos de los trabajadores locales.
En lugar de la ordenanza propuesta, el alcalde Frey ha negociado un compromiso con Uber que garantiza un aumento de sueldo exclusivamente para sus conductores.
Frey aclaró en su explicación del veto que había obtenido el compromiso de Uber de pagar a sus conductores un mínimo de 15 dólares la hora por las operaciones dentro de Minneapolis o cuando recojan pasajeros de la ciudad.
Además, Uber se comprometió a pagar a sus conductores una tarifa mínima de 5 dólares por cualquier trayecto dentro del área metropolitana.
Sin embargo, este acuerdo no incluye a los conductores de Lyft.
La propuesta vetada habría obligado a todas las empresas de “ride-hailing” a pagar a los conductores un mínimo de 1,40 dólares por milla y 51 céntimos por minuto, o 5 dólares, lo que fuera más.
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Este mandato sólo se aplicaría a la parte del viaje dentro de los límites de la ciudad. Ya se han promulgado leyes similares en ciudades como Seattle y Nueva York.
En una declaración hecha pública el martes, el alcalde Frey subrayó la necesidad de seguir deliberando sobre la cuestión. Se comprometió a trabajar con todas las partes interesadas en las próximas semanas para redactar una ordenanza basada en impactos reales y no en suposiciones.
Sin embargo, el veto ha desatado la polémica entre los concejales.
El concejal Robin Wonsley criticó al alcalde Frey por sucumbir a los esfuerzos de los grupos de presión de empresas multimillonarias situadas fuera del estado, descuidando así el compromiso con unos salarios justos y los derechos de los trabajadores. Wonsley describió el veto como una flagrante traición a los trabajadores de Minneapolis.
Muchos de estos conductores, que abogan por una mejora salarial tanto a nivel municipal como estatal, son inmigrantes africanos.
Anteriormente, el alcalde Frey instó al Ayuntamiento a posponer las decisiones sobre una ordenanza municipal hasta el final de la inminente sesión legislativa de Minnesota. Su aspiración era que los legisladores promulgaran un plan estatal para los conductores de ride-hailing.
Sin embargo, Eid Ali, presidente y fundador de la Asociación de Conductores de Uber y Lyft de Minnesota, sostuvo que aplazar el asunto a nivel estatal no es una excusa válida. Ali subrayó que el alcalde Frey tiene una responsabilidad con sus electores, muchos de los cuales están luchando debido a los salarios inadecuados.
En el pasado, el gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz, vetó un proyecto de ley que pretendía aumentar los salarios y la seguridad laboral de los conductores de Uber y Lyft.
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El gobernador Walz sostuvo que, aunque los conductores de Uber y Lyft tienen derecho a salarios justos y condiciones de trabajo seguras, el proyecto de ley propuesto no era la solución adecuada.
Normalmente, los trabajadores de la economía colaborativa, incluidos los conductores de Uber y Lyft, son considerados contratistas independientes y no se les garantiza el salario mínimo ni otras prestaciones. También corren con los gastos de su propio vehículo y combustible.
Tanto Uber como Lyft se opusieron a la ordenanza de Minneapolis. Lyft aseguró que no se retiraría de la ciudad, mientras que Uber expresó su gratitud por el ponderado planteamiento del alcalde Frey, a la espera de un pronto compromiso estatal en febrero