Francia se prepara para que este martes cientos de miles de manifestantes protesten contra una reforma de la edad de jubilación que ha provocado algunos de los peores disturbios del país en los últimos años.
Las huelgas, que han cerrado ferrocarriles y escuelas en los últimos días, aumentan la presión sobre el presidente Emmanuel Macron para que resuelva un enfrentamiento con los sindicatos sobre su plan para aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
La mañana del martes manifestantes comenzaron a bloquear carreteras y a marchar hacia las vías de una estación de tren en el centro de París.
Las autoridades anunciaron que este martes se están preparando para una protesta de hasta 900 mil personas en toda Francia, incluidas 100 mil solo en París, según los medios franceses.
Mientras que grupos de derechos humanos han acusado a la policía en Francia de responder a la ola de protestas con tácticas de mano dura.
Las recientes protestas se han convertido en enfrentamientos en las calles de París, que ya están repletas de basura a medida que los recolectores están en huelga.
Funcionarios reportaron la noche del lunes que unas 7 mil 300 toneladas de basura se acumularon en las calles de París mientras los trabajadores sanitarios continúan su huelga en respuesta a la reforma de pensiones propuesta por el gobierno.
Los recolectores de basura, que pueden jubilarse anticipadamente con el sistema existente porque sus trabajos se consideran físicamente agotadores, comenzaron su huelga el 6 de marzo para protestar contra el intento del gobierno de aumentar su edad mínima de jubilación.
Desde entonces, montones de basura en las calles de París, y algunas otras ciudades , han sido un recordatorio visual de la creciente inquietud en todo el país por el plan del gobierno.
Proyecto de ley que cambia la edad de jubilación en Francia
Macron ha defendido el proyecto de ley como la única forma viable de garantizar el futuro del sistema de pensiones de Francia, presentando el plan como una necesidad que la gente debe soportar en conjunto.
El uso por parte del gobierno de los poderes ejecutivos la semana pasada para hacer avanzar la legislación sin una votación en la cámara baja del Parlamento intensificó una crisis latente.
Macron defendió el aumento de la edad como la forma correcta de garantizar la supervivencia del sistema de pensiones de Francia, en parte para reflejar el aumento de la esperanza de vida.
Con el respaldo de algunos legisladores de centroderecha en duda, el gobierno eludió una votación y evitó el riesgo de una derrota.
El proyecto de ley de pensiones se enfrenta a una revisión por parte del Consejo Constitucional antes de que pueda convertirse en ley.
El gobierno aseguró que si la edad de jubilación se mantuviera fija, habría 1,2 trabajadores contribuyentes para mantener a cada jubilado en 2070, frente a 1,7 en 2020.
Los críticos del aumento de la edad de jubilación han dado una variedad de argumentos en contra, incluida la frustración con las condiciones laborales y la preocupación de que los trabajadores manuales sean los más afectados.
La reforma ha tocado un nervio particular en una sociedad que valora el equilibrio entre el trabajo y la vida, y en el que muchos consideran que la jubilación es una etapa preciada de la vida.