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La nostalgia puede ser una terapia positiva

Si la palabra “nostalgia” solo evoca la idea de miradas nostálgicas hacia atrás, piénselo de nuevo, porque esta tierna emoción no tiene por qué funcionar como un estado de ánimo retrospectivo, dicen los investigadores.

Los estudios indican que, con moderación, la nostalgia puede ayudarnos a superar nuestros problemas actuales, ya sea el estrés de una pandemia mundial o los retos en el hogar o el trabajo. Todo depende de cómo la utilicemos.

“La nostalgia es una emoción de primeros auxilios, muy útil para tener en su caja de herramientas emocionales en caso de que se sienta solo o con un estado de ánimo decaído”, afirma Ad Vingerhoets, psicólogo clínico de la Universidad de Tilburg en los Países Bajos.

Más de una docena de estudios realizados en los últimos años han medido el “poder restaurador”, predominantemente “positivo”, de la nostalgia, demostrando que es un “amortiguador” contra el malestar emocional y un “recurso importante para mantener y promover la salud psicológica”.

La nostalgia es definida por Merriam-Webster como “un deseo anhelante o excesivamente sentimental de regresar a un período o condición del pasado que es irrecuperable”, pero los expertos dicen que sus beneficios son mucho más profundos.

“Lejos de mantener a la gente viviendo en el pasado, la nostalgia puede ser un poderoso recurso tanto para afrontar tiempos difíciles como para impulsarnos positivamente hacia el futuro”, afirma Erica Hepper, profesora de Psicología de la Universidad de Surrey, en Inglaterra, y autora de múltiples estudios relacionados con la nostalgia. “La nostalgia forma parte del tejido de la vida cotidiana”.

Al mismo tiempo, la nostalgia no es solo una cuestión de vibraciones positivas.

“La nostalgia es una emoción agridulce”, afirma David Ludden, profesor de Psicología del Georgia Gwinnett College de Lawrenceville, Georgia. “Es una herramienta útil para levantar nuestro estado de ánimo cuando nos sentimos deprimidos. Pero pensar siempre en el pasado ignorando el presente no es saludable. Para prosperar, tenemos que afrontar los retos actuales”.

Ludden explicó que apoyarse demasiado en el pasado podría socavar la innovación y frenar el progreso social.

Sin embargo, si se utiliza para bien, los expertos dicen, y los estudios lo indican, que la nostalgia puede promover la empatía y la resiliencia psicológica, fomentar la creatividad, frenar la soledad, construir una conexión más profunda y fomentar el sentido de comunidad y el voluntariado. También se ha demostrado que evoca la inspiración. “La nostalgia nos hace sentir seguros, queridos y nos recuerda que los demás se preocupan por nosotros”, dijo Hepper. Un estudio descubrió que la nostalgia puede incluso hacer que uno se sienta físicamente más cálido.

También se ha demostrado que esta poderosa emoción reduce el dolor físico y mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas. “Recordar una experiencia placentera de nuestro pasado desencadena las mismas emociones positivas que sentíamos cuando vivíamos la experiencia, lo que nos proporciona una ráfaga de placer nostálgico del pasado que podemos saborear en el presente”, explica Hal McDonald, profesor de Inglés de la Universidad Mars Hill de Carolina del Norte.

Quizá lo más destacable sea que la nostalgia da sentido a la vida.

“Como los recuerdos nostálgicos se centran en experiencias o relaciones importantes y significativas, nos recuerdan que somos capaces de vivir una vida con sentido, conectados a los demás”, afirma Hepper.

El añoro nostálgico también puede hacer que uno sea más optimista sobre las circunstancias actuales, o brindar una oportunidad para aprender de los errores del pasado.

“Cuando ‘revisitamos’ nuestro pasado personal, podemos recordar cómo afrontamos los problemas y superamos la adversidad”, afirma Krystine Batcho, profesora de Psicología del Le Moyne College de Siracusa, Nueva York.

La nostalgia puede “recordarnos que la vida no es siempre así, que hemos tenido experiencias gratificantes y significativas en el pasado”, afirma Clay Routledge, profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Dakota del Norte y autor de “Nostalgia: A Psychological Resource.”

Routledge ha dedicado gran parte de su carrera a estudiar los efectos de la nostalgia, que según él puede ayudar a situar nuestra situación actual en un contexto más amplio, “para ver más allá de la tristeza o el dolor que sentimos ahora mismo”.

Por ejemplo, se ha demostrado que recurrir a determinados medios de comunicación es una experiencia nostálgica para muchos.

“Puede parecer contradictorio, pero un poco de escapismo en la música nostálgica, las películas y otros medios de comunicación puede ser saludable”, dijo Batcho. “Cuando escuchamos viejas canciones o vemos viejas películas, nos beneficiamos de las sensaciones que tuvimos cuando las disfrutamos originalmente y de los recuerdos de las personas con las que las disfrutamos en el pasado”.

Más allá de recurrir a un medio de comunicación pasado, Vingerhoets señaló que visitar un barrio de la infancia o hacer un viaje por el carril de los recuerdos a través de fotos también puede ayudar a inducir la emoción. “La nostalgia puede desencadenarse por una serie de factores, como los olores, la comida y las reuniones sociales con viejos amigos, como un reencuentro escolar”, explicó.

Por supuesto, recurrir a la nostalgia con demasiada frecuencia o durante largos periodos puede convertir los remedios de primeros auxilios de la nostalgia en una muleta y erosionar los beneficios que se obtienen al experimentar la emoción de forma más natural. “Los recuerdos que nos asaltan por sorpresa suelen tener un impacto emocional mucho mayor que los que recuperamos voluntariamente”, afirmó McDonald.

En cambio, equilibrar las prioridades de cara al futuro, sin dejar de aprender del pasado, es la mejor manera de aprovechar todos los beneficios de esta emoción única y poderosa.

“Nos dedicamos al anhelo nostálgico cuando la situación actual no es buena. Hacerlo nos recuerda que las cosas eran mejores en el pasado.  Pero si nos detenemos ahí, la nostalgia no sirve de nada”, dijo Ludden. “Pero si los dulces recuerdos del pasado pueden asegurarnos de que el futuro también puede ser más brillante que el presente, entonces la nostalgia puede ser un verdadero recurso psicológico”.

Washington Post – Daryl Austin

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