El empresario Elon Musk retiró a más de 50 empleados de confianza de su empresa Tesla y los trasladó a su nueva compañía Twitter. La mayoría son ingenieros de software del equipo de Autopilot.
El sudafricano es el director ejecutivo del fabricante de automóviles Tesla, así como del fabricante de cohetes reutilizables SpaceX, y el jueves de la semana pasada finiquitó su contrato con Twitter por $44 millones. Su primera acción como dueño de la red social no pasó desapercibida, pues despidió a los altos ejecutivos y disolvió a la junta directiva.
CNBC reseñó que tuvo acceso a los registros internos de la empresa, y según esos documentos, los empleados de las otras compañías del hombre más rico del mundo, ahora están autorizados para trabajar en Twitter. En la lista están incluidos más de 50 de Tesla, dos de Boring Company y uno de Neuralink.
Algunos nombres. En el documento se leen nombres de algunos amigos, asesores y patrocinadores de Elon Musk, entre ellos, el jefe de su oficina familiar Jared Birchal, el inversionista Jason Calacanis y el director de operaciones y fundador de PayPal y capitalista de riesgo David Sacks.
- También hay dos hombres que comparten el apellido del empresario, se trata de James y Andrew Musk, quienes han trabajado en Palantir y Neuralink respectivamente.
- Entre las docenas de reclutados de Elon Musk por Tesla están el director de desarrollo de software Ashok Elluswamy, el director de ingeniería de piloto automático y TeslaBot Milan Kovac, el director sénior de ingeniería de software Maha Virduhagiri, el gerente sénior del programa técnico de personal Pete Scheutzow y Jake Nocon, quien es parte de la unidad de vigilancia de Tesla y anteriormente trabajó para Uber, como gerente senior de inteligencia de seguridad.
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El modus operandi. Musk en Twitter cuenta con su personal de confianza para decidir a quién y qué despedir o mantener en el microbloggin.
- También los presiona para que aprendan lo más pronto posible sobre Twitter con el fin de rediseñar la plataforma.
- Aunque Elon Musk se autodefine como un absolutista de la libertad de expresión, deberá equilibrar sus deseos con las leyes y realidades comerciales. En una carta abierta dirigida la semana pasada a los anunciantes dijo: “Obviamente, Twitter no puede convertirse en un infierno de todos contra todos, donde se puede decir cualquier cosa sin consecuencias”.
Fuente principal de la noticia: CNBC