La investigación internacional en curso sobre la implosión del sumergible Titan está utilizando robots teledirigidos para cartografiar el campo de escombros, mientras se examinan las grabaciones de voz y los datos de Polar Prince, el buque nodriza.
Los investigadores canadienses subieron a bordo del Polar Prince el sábado para recabar información del registrador de datos de viaje y otros sistemas del buque.
Kathy Fox, presidenta de la Junta de Seguridad en el Transporte de Canadá, manifestó que el objetivo de la agencia es “determinar qué ocurrió y por qué, e identificar los cambios necesarios para minimizar el riesgo de incidentes similares en el futuro”.
El registrador de datos de la travesía contiene audio del puente del barco, que Fox cree que podría ser valioso en la investigación.
La implosión, que tuvo lugar durante el descenso del sumergible hacia el lugar donde se hallaban los restos del Titanic, provocó la muerte de los cinco pasajeros.
Expertos militares localizaron restos en el océano, a unos 1 mil 600 pies de la proa del Titanic, que concuerdan con la destrucción de la cámara de presión del pequeño buque, según informó el contralmirante de la Guardia Costera estadounidense John Mauger.
Entre las víctimas se encontraban Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, que operaba el buque; el empresario británico Hamish Harding; el submarinista francés Paul-Henri Nargeolet; y los ciudadanos británicos Shahzada Dawood, empresario de origen paquistaní, y su hijo, Suleman.
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Investigaciones para determinar lo sucedido con el Titán
Se examinarán las comunicaciones entre el sumergible y el Polar Prince, ya que el buque mantenía correspondencia con el submarino mediante mensajes de texto cada 15 minutos, según el sitio web archivado de OceanGate Expeditions.
La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) está investigando si se ha infringido alguna norma penal, federal o provincial.
El superintendente de la RCMP, Kent Osmond, subrayó la ausencia de sospechas de actividad delictiva, pero la agencia está tomando medidas preliminares para evaluar la situación, ya que investiga todos los accidentes mortales en alta mar de los que se informa.
Guillermo Sohnlein, cofundador de OceanGate, instó a no sacar conclusiones precipitadas y afirmó que la recopilación de datos puede durar días, semanas o incluso meses antes de que se determine la causa exacta de la implosión.
La Guardia Costera estadounidense y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte también están investigando el incidente, mientras vehículos teledirigidos siguen recogiendo información del fondo del océano.
Estos vehículos cartografiarán el campo de escombros, situado a más de 2 millas de profundidad en el Atlántico Norte.
El jueves por la mañana se descubrieron cinco restos significativos del sumergible, cada uno de ellos en un extremo del casco a presión.
Según Jeff Mahoney, portavoz de Pelagic Research Services, empresa especializada en exploración oceánica, se prevé que las misiones continúen durante aproximadamente otra semana.
Las fallas de OceanGate
El diseño del Titán ha suscitado preocupación, ya que OceanGate rechazó las normas del sector que habrían impuesto un escrutinio más estricto de sus operaciones y embarcaciones.
La empresa rechazó una revisión voluntaria y exhaustiva de la seguridad del buque, desviándose de las normas de la industria.
En abril de 2019, el experto en sumergibles Karl Stanley informó haber escuchado fuertes ruidos durante un viaje submarino en el Titán frente a la costa de las Bahamas, lo que sospechaba que indicaba una falla o defecto en el buque.
Cuando se le pidió una declaración, un portavoz de OceanGate mencionó que no podían proporcionar más información en este momento.