Si usted está preocupado por el calentamiento global, sepa que un acuerdo para proteger amplias zonas de océano abierto, alcanzado recientemente, podría ayudar a mitigar este problema y a preservar los recursos marinos.
Uno de los aspectos más significativos del tratado es el establecimiento de áreas marinas protegidas en alta mar y la actualización de las evaluaciones de impacto ambiental de cómo los países miden el efecto de las actividades en ese espacio.
El tratado se considera un paso fundamental para alcanzar los objetivos globales de proteger el 30% de la tierra y los océanos del planeta para 2030, y un reconocimiento de que los objetivos climáticos globales no se pueden alcanzar sin garantizar ecosistemas oceánicos saludables, resaltó un reporte de Inside Climate News.
Adreas Hansen, líder de política oceánica de The Nature Conservancy, dijo que el tratado de alta mar, acordado el 4 de marzo de 2023 en la sede la ONU en New York, marca “un hito importantísimo. El océano no tiene tiempo que perder, por lo que los países deben adoptar y ratificar el tratado y usar su poder para hacer que las palabras se traduzcan en beneficios para el océano”.
“La continua degradación de los océanos y la pérdida de biodiversidad acelerarán el calentamiento global. Si no se controla, los océanos morirán”, advirtió el informe.
Se explicó que la gran demanda por los recursos oceánicos ya ha interrumpido la capacidad de los ecosistemas costeros, como los bosques de manglares y los lechos de pastos marinos, para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.
“Eso deja más CO2 en el aire, lo que genera más calentamiento. El tratado mundial de alta mar ofrece la oportunidad de frenar ese círculo vicioso al proteger partes del océano que aún no han sido explotadas”, detalló Inside Climate News.
El espíritu del tratado es que el océano sea gestionado en colaboración por todo el mundo, en beneficio de los ecosistemas y del clima.
Un informe del Banco Mundial indica que los océanos absorben el 90% del exceso de calor causado por el cambio climático. Además, son un sumidero de carbono muy suficiente al absorber el 2% de las emisiones de CO2 generadas por el hombre.
El organismo multilateral de financiamiento puntualizó que los ecosistemas como los de los manglares, que crecen en zonas costeras, pero tienen sus raíces en el agua de mar, así como las marismas y las praderas submarinas, secuestran y almacenan más carbono por unidad de superficie que los bosques.
El océano es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero globales y para estabilizar el clima del planeta, pero el aumento de estas emisiones ha afectado a la salud del océano, calentando y acidificando el agua del mar, lo que ha provocado “cambios nefastos para la vida subacuática y en tierra firme; además, ha reducido la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono y proteger la vida en el planeta”, según las Naciones Unidas.
Los organismos marinos capturan alrededor de 33,8 millones de toneladas de CO2 diariamente a través de la fotosíntesis y otros procesos y almacenan gran parte en los sedimentos del fondo marino.
“El tratado reconoce ese papel al pedir un enfoque integrado para la conservación de los océanos que ‘mantenga y restaure la integridad del ecosistema, incluidos los servicios de ciclo del carbono que sustentan el papel del océano en el clima’”, destacó Inside Climate News.
El secretario general de la ONU, António Guterres, después de que se alcanzara el acuerdo lo calificó como una victoria para los esfuerzos globales por “contrarrestar las tendencias destructivas que enfrentan la salud de los océanos, ahora y para las generaciones venideras”.
Consideró que también es crucial para enfrentar lo que llamó la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
“También es vital para lograr los objetivos y metas relacionados con los océanos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal”, dijo en referencia al llamado compromiso ’30×30′ para proteger un tercio de la biodiversidad del mundo, en tierra y mar para 2030, logrado en una conferencia de la ONU en Montreal, Canadá, en diciembre de 2022.
¿Y qué sucederá con la extracción de minerales?
El tratado no regula directamente la extracción de minerales de los fondos marinos, una materia que es controlada por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA en inglés), que convocó a una reunión en Jamaica del 16 al 30 de marzo para discutir los aspectos legales y técnicos de esta actividad.
Conservacionistas y científicos de los océanos tienen la esperanza de que el tratado envíe una señal de que “los gobiernos pueden poner la protección, no la explotación, en el centro de nuestro enfoque de los océanos globales”, dijo Louisa Casson, quien lidera la campaña de Greenpeace para detener la minería en aguas profundas, citada por Inside Climate News.
La Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas (DSCC), que participó en la reunión de ISA, dijo aque abogaría por una moratoria sobre la minería en aguas profundas.
Sofia TseniklI, quien lidera la campaña de moratoria de esa coalición, alertó que si esa actividad de extracción sigue adelante el impacto sería tan grande que todas las demás actividades industriales en el océano lucirían pequeñas en comparación.
“Está claro que el único camino a seguir es una moratoria, una pausa oficial y global para las operaciones mineras en aguas profundas”, dijo.