En las últimas semanas, el gobierno de Estados Unidos ha derribado cuatro objetos voladores sobre su espacio aéreo y el de Canadá. De momento, y con las investigaciones en curso, no parece existir patrón común, pues no volaban a la misma altura ni seguían el mismo camino.
Desde el Departamento de Defensa incluso no se confirmó si la forma de estos era la misma, por lo que podría tratarse de situaciones completamente distintas.
El globo chino
Todo comenzó a finales del mes de enero, cuando las autoridades estadounidenses denunciaron la presencia de un presunto globo espía chino sobre el espacio aéreo del estado de Montana.
Desde Pekín se reclamó la ejecución, la cual ocurrió el 4 de febrero sobre Carolina del Sur, y en su lugar se aclaró que se trataba de un globo estratosférico, cuyo plan no era otro que hacer distintos estudios del clima. El gobierno local aseguró que el viento lo llevó a Norteamérica; sin embargo, Washington vio con desconfianza la situación.
Alaska
Un segundo objeto volador fue visto la noche del 9 de febrero sobre Alaska. En ese momento, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, lo describió como “pequeño”; no obstante, las autoridades encargadas enviaron dos aviones de combate F-35 para identificarlo.
La mañana del 10 de febrero, el seguimiento del elemento terminó en su derribo con un misil sidewinder AIM-9X cerca de la ubicación de Deadhorse, informó ABC News.
Canadá
No solo se trata de Estados Unidos. El tercer objeto volador derribado por la fuerza aérea estadounidense en los últimos días fue identificado por primera vez sobre el cielo de Canadá.
Ante la lectura del hecho y la constante comunicación del gobierno canadiense, el presidente Joe Biden autorizó que los aviones estadounidenses derribaran el nuevo objeto de gran altitud.
Fue descrito como “pequeño y cilíndrico”, según la ministra de Defensa canadiense, Anita Anand. Volaba a 40 mil pies de altura.
Michigan
El más reciente del que se tiene información sucedió el domingo, cuando un objeto volador situado a 20 mil metros de altura sobre el lago Hurón, en el estado de Michigan, fue derribado por precaución, pues según el Pentágono no representaba una amenaza para el ejército estadounidense.
El Departamento de Defensa destacó que el objeto volador fue detectado inicialmente la noche del sábado. Aunque con el seguimiento no se determinó mayor alerta, se decidió derribarlo la tarde del domingo.