Una mujer de Texas, Amanda Zurawski, perdió a su bebé y casi muere debido a las restricciones que hay en Texas sobre el aborto.
Ella y su pareja buscaban un embarazo desde hace un año cuando se enteraron de que la madre había desarrollado una enfermedad que le impedía dar a luz a una niña sana, a la que ya había llamado Willow. Si el caso Roe contra Wade no hubiera sido revocado en junio, Zurawski podría haber abortado para poner fin al embarazo.
Pero en lugar de realizarle el aborto el médico del hospital le dijo que se quedara cerca del mismo si tenía una emergencia. A los pocos días, le dio una fiebre de 39 grados y desarrolló una septicemia potencialmente mortal. Le quedaron cicatrices en el útero y una de las trompas de Falopio está permanentemente cerrada, reseña el Center for Reproductives Rights.
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Ahora Zurawski y otras cuatro mujeres a las que se impidió abortar en Texas presentaron el lunes una demanda contra el estado. Las cinco mujeres habían querido mantener sus embarazos, pero los problemas médicos lo hicieron imposible. Estas mujeres demandan ahora al estado para que aclare cuándo y cómo se puede abortar en caso de urgencia médica.
El martes, las mujeres se plantaron frente al capitolio del estado de Texas y declararon que los legisladores texanos habían amenazado sus vidas.
Dos médicos, Damla Karsan y Judy Levison, también han demandado a Texas, y la demanda pone de relieve cómo las prohibiciones del aborto han dejado a los médicos aterrorizados, tanto por sus pacientes como por ellos mismos. “Los profesionales de la medicina se ven obligados a renunciar al ejercicio de su profesión y a cumplir sus deberes éticos para con los pacientes ante los riesgos catastróficos que corren su libertad y su medio de vida”, alega la demanda.
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“Ahora es peligroso estar embarazada en Texas”, declaró Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Derechos Reproductivos, durante una rueda de prensa ante el Capitolio de Texas. “Los médicos y los hospitales están rechazando a las pacientes, incluso a las que se encuentran en situación de urgencia médica. A las pacientes se les está negando la atención obstétrica que salva vidas”.
En un comunicado, la vicepresidenta Kamala Harris expresó su apoyo a la demanda, destacada ABC News.
“La demanda incluye relatos devastadores, de primera mano, de vidas de mujeres casi perdidas después de que se les negara la atención médica que necesitaban, debido a los esfuerzos extremos de los funcionarios republicanos para controlar los cuerpos de las mujeres”, dijo.
La declaración continuaba: “Como la inmensa mayoría de los estadounidenses, el Presidente y yo creemos que las mujeres -en consulta con sus médicos- deben estar a cargo de su atención médica reproductiva, no los políticos.”