“Renuncia de policías en masa y muy pocos quieren ocupar su lugar”.
“Se advierte una catástrofe mientras más policías devuelven sus credenciales”.
“Los departamentos de policía están viviendo una de las peores crisis de personal en Estados Unidos”.
“Policías abandonan sus puestos de trabajo en números no antes vistos”.
Estos son titulares que se han vuelto cada vez más comunes, mientras en Austin, Nueva York, Chicago y Washington DC aumenta la inseguridad y la violencia.
¿En qué momento estos encabezados se volvieron tan normales y habituales? Durante la pandemia, desde que “defund the police” se convirtió un grito de guerra tras de la muerte de George Floyd, en Minneapolis. Los momentos y las causas son diversas, y han creado una crisis en Washington DC, que privó hasta abril de unos 450 oficiales en los últimos tres años, según las cifras oficiales.
Para el fin del año fiscal 2024, entre renuncias y retiros la cifra podría subir a 679, según las proyecciones del exjefe del Departamento de Policía Robert J. Contee III. Él mismo renunció a su cargo en abril y enfiló su futuro al FBI. DC cuenta con 3.350 uniformados.
Visto así, las promesas de la alcaldesa, Muriel Bowser, de engrosar el cuerpo policial hasta 4 mil miembros, en una década, se vislumbra algo lejana.
El debate de robustecer o reducir los cuerpos policiales no es nuevo. Ahora mismo esa conversación nacional está en una encrucijada entre la urgente necesidad de contratar más oficiales y el evidente desinterés de los ciudadanos de construir su carrera laboral en la policía.
“Esa es la realidad, yo la llamo los sonidos del silencio. Hay asuntos que no se han querido arreglar ni hablar. Fui policía en el condado de Montgomery y en Baltimore, por eso sé que la baja moral en los cuerpos policiales es permanente, hay demasiado estrés y temor. Muchos ya no hacen arrestos para evitar problemas, esto debe saber la comunidad, porque si no hacemos algo el crimen y el fentanilo nos va a ganar”, dice Alex Zunca, policía retirado y quien todavía investiga casos de menores muertos por esta droga.
Solo en Baltimore, asegura Zunca, tenemos 400 oficiales menos. Renuncian o se acogen al retiro temprano, no quieren poner en peligro su jubilación. “Te desprestigian en TikTok, te acusan que lo tocaste, golpeaste o discriminaste y te quedas sin pensión y sin nada. Antes de que eso ocurra se van al sector privado donde pagan mejor”, agrega.
Esta tendencia ha minado a la fuerza policial en ciudades como Nueva York. Tan seria es esta situación que Patrick Lynch, presidente de la Benevolent Association, que representa legalmente a los policías de la gran manzana, aseguró al New York Post que “la emergencia se está aproximando a un punto de no retorno”. Unos 3.200 se fueron el año pasado.
El Police Executive Research Forum, la mayor organización nacional que reúne a los departamentos policiales más grandes de 38 estados y ciudades, entre ellas DC, en su encuesta de abril reconfirma la tendencia: las contrataciones bajaron y las renuncias aumentaron en 2020 y 2021. ¿La razón? “el extremo estrés de la pandemia y las protestas después de la muerte de George Floyd son las causas más visibles”, seguida de mejores sueldos en el sector privado.
La crisis de renuncia de policías es más que por dinero
En lo que va de año, hasta el 31 de agosto, DC registró 176 homicidios, un 27% de aumento. También se han robado 4.839 autos, 2.573 más o lo que se traduce en 114% por encima.
Los robos con violencia pasaron de 1.400 a 2.331 (67% más) y los casos de abuso sexual subieron 9% (108 en total). Todas las cifras en comparación con el mismo período de 2022. Esto pone a la ciudad en la trayectoria de su año más violento en dos décadas, dice un reporte de The Washington Post.
Con una plantilla a la que le falta unos 450 oficiales, DC ante el goteo de renuncias y retiros, tiene en pie bonos especiales, eliminación de requisitos son algunas de las medidas para retener y atraer oficiales. Ya es un hecho que los portadores de Green Card pueden optar para hacerse policías.
Desde abril el incentivo para atraer a nuevos aplicantes aumentó de $20.000 a 25.000.
Además, pueden beneficiarse de un bono de vivienda de $6 mil. Y lo último: $5.000 para cada oficial que consiga atraer a alguien que quiera hacerse funcionario, así anunció la nueva jefe de la Policía, Pamela Smith. La proyección es que después del primer año su salario redondeará los $80.000.
Estas ofertas intentan vencer la apatía para enlistarse en las fuerzas policiales. El detective Samuel McGee, quien se retiró hace pocos meses del Departamento de Policía de DC, cree que el problema de las renuncias masivas y la desmoralización va más allá de lo económico.
“El problema también es político y legal. En todo el país hay abogados y fiscales que no están juzgando ciertos delitos y no dejan hacer el trabajo a la policía. En este escenario va a ser difícil que apliquen y los que están adentro van a buscar otros empleos o se van a retirar. Eso hice yo”. Sus colegas frecuentemente le comentan: “a la mínima oportunidad nos vamos”, asegura McGee.
Este detective no es muy optimista frente al futuro de las fuerzas policiales. “No importa cuánto inviertan, si el fiscal general del estado, las autoridades, el Concejo y la comunidad no cubren las espaldas de los oficiales ellos no pondrán en peligro sus vidas. Ahora mismo no hay ese apoyo y cualquier solución tiene que ser ‘multi-institucional’”.
Atrayendo a los latinos, una respuesta a la renuncia de policías
La decisión de aceptar la Green Card en DC no aplica para Virginia. Allá los aspirantes tienen que ser ciudadanos. “Es una ley estatal, no podemos cambiarla. Lo que sí hacemos es reclutar veteranos. Yo serví en la marina y luego entré a la policía”, dijo Juan Pablo Montoya, miembro de la División de Enlace Comunitario Hispano de la Policía del condado de Arlington. Unos 87 policías se fueron entre el 2019-2020. En Fairfax hasta marzo de este año tenía un déficit de 200 oficiales, según los portales oficiales de esas jurisdicciones.
Entre los planes para retener, contratar y robustecer a la Policía de Arlington está “la oferta de un buen retiro y mejores salarios para los nuevos”, asegura Montoya. A la par de los beneficios económicos, contó que las esperanzas de reclutamiento descansan sobre dos programas: el de embajadores graduados de George Mason University y el Handshake (dando la mano).
“En el primero nuestros miembros asisten a los eventos de ese centro de educación para tratar de reclutar estudiantes”. La segunda iniciativa tiene el mismo fin, pero a través de internet. “Tenemos conexión con 300 colleges y universidades, nos enfocamos más con los que estudian justicia criminal”, explica Montoya.
Otra forma de atraer y acercarse a la comunidad, en particular la hispana, es la Academia de Policía Latina creada hace dos años. “Invitamos a los líderes latinos y a los jóvenes. Les hablamos de nuestro trabajo, de cómo hacemos reportes, los alertamos sobre fraudes o cómo prevenir delitos”. La idea -asegura Montoya- es ser más transparentes. Son ocho semanas de curso por internet. Las clases comenzarán en otoño. “Esta también es una oportunidad para sembrar el interés en hacerse oficiales”, asevera Montoya. Algo similar acaba de comenzar en DC.
Los departamentos policiales tienen otras opciones. Por ejemplo, el mes pasado, California y Colorado empezaron a remover obstáculos para facilitar a los jóvenes soñadores (beneficiarios de DACA) inscribirse. Nueva Jersey y otros estados consideran medidas similares, según NBC News.
Bonos y ferias universitarias de empleo
En Maryland, “la policía y la Correctional Training Commission, encargadas de certificar a los oficiales del estado, requieren que sean ciudadanos o residentes permanentes que hayan sido dados de baja con honores en el ejército y tengan en trámite su ciudadanía”, esta fue la respuesta del Departamento de Policía del condado de Montgomery, enviada este medio.
El reporte de estadísticas de ese Departamento, hecho público en enero de este año, expone que mil 181 posiciones están cubiertas, de esos uniformados activos, 106 son hispanos. Faltan cubrirse 103.
Desde marzo pasado, sobre la mesa hay $20.000 como incentivo financiero para todo aquel interesado en hacerse oficial. Entre las estrategias de reclutamiento puestas a rodar está el uso de los websites de empleo, campañas promocionales o las plataformas sociales.
La asistencia a ferias de empleo universitarias y una mayor interacción de las unidades de enlace policial comunitario son parte del plan. “Nuestro objetivo es crear un ambiente acogedor e inclusivo que tenga eco en las minorías y los anime a trabajar con las fuerzas del orden”, señala el Departamento de Policía de Montgomery, por medio de un email. Parte del plan fue la selección de Mariela León como enlace hispano comunitario de la policía.
Natali Fani-González, concejal de Montgomery, haciendo un repaso de los esfuerzos para fortalecer a la Policía y contrarrestar a la inseguridad, recordó que además de esos $20.000, este año se aprobaron $313 millones para ese departamento. Otros $250.000 se destinaron a un nuevo programa de cámaras de seguridad pública y $100.000 más para las organizaciones que luchan contra los crímenes de odio.
Omar Lazo, presidente de la Asociación de Restaurantes Latinos en Montgomery, espera que esas medidas reduzcan la inseguridad. “Aquí no repercutió el clamor de ‘defund the police’, pero es notorio que no tenemos suficientes oficiales”, dice.
¿Su pedido?: que se permita a los residentes permanentes ser policías. “Los niños latinos son el 38% en las escuelas, vamos a seguir creciendo y necesitamos más uniformados de los nuestros”.
No solo en las calles está el peligro. Las escuelas son un motivo de preocupación por las drogas y las armas en Prince George. “Desde este año escolar, los estudiantes, entre 11 y 18 años, llevarán mochilas transparentes”, informa la delegada estatal Deni Taveras y agrega: “Aparte de esta medida, se comenzará, por fases, un chequeo en las entradas de los establecimientos de secundaria para impedir el ingreso de cualquier objeto que haga daño”.
“Decidieron no hacer nada”
La avalancha de retiros se veía venir. “Sabían que debían tomar medidas, que la policía estaba debilitada, pero decidieron no hacer nada”, asegura McGee. Luego apareció el clamor de “defund the police” y lo que consiguieron fue “desmotivarlos y asustarlos de hacer su trabajo. Dieron un paso atrás, no quisieron verse envueltos en problemas y eso es lo que hay: crimen”.
McGee apunta a otros responsables: los medios de comunicación. Sin desconocer el abuso policial y la “muerte horrible de Floyd”, muchos, dice, cayeron en la propaganda. “Crearon la narrativa de que no se necesitaba a la policía en sus barrios y lo cierto es sí la necesitan”.
La policía como elemento disuasorio le hizo falta a Jonathan de La Cruz en Silver Spring hace unos años. Tenía 21 años, estaba estudiando y entraron a robar en su casa. “Me dispararon, quedé en silla de ruedas para siempre”, relata.
De La Cruz no se dejó vencer, es agente de bienes raíces, compró una casa, maneja, tiene un niño de tres años y fundó The Thump Yard “para ayudar a los niños, a través del boxeo a alejarse de los malos pasos y hacer conciencia contra las armas”.
Falta de oficiales de cinco ciudades
Ciudad Déficit
Chicago 1.742
New York 1.700
Los Ángeles 1.000
Baltimore 489
Washington DC 450
Fuente: Chicago Very Own News, News Nation, Los Ángeles Times, WBALTV11, Departamento de Policía DC. Estas cifras se reportaron entre enero y abril de 2023.
Retiros, Renuncia de policías y Contrataciones en cifras
Encuesta realizada a las agencias de policía de grandes ciudades, en 38 estados y DC. Publicada en abril de 2023
Año Retiros y renuncias Nuevas contrataciones
2019 5.881 6.228
2020 6.242 4.889
2021 7.751 5.415
2022 7.800 6.579
Fuente: Police Executive Research Forum Membership Survey.
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