¿Cuál es la mejor solución para cuando tienes que estudiar y necesitas concentrarte? Tomar medicamentos para el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) seguro no. Pero esta es la opción por la que muchos estudiantes estadounidenses han optado.
El uso indebido de estos fármacos puede tener consecuencias graves tanto para quien los consume como para las personas con TDAH, más en un contexto de escasez de estos productos en Estados Unidos.
Mayor calidad de educación, mayor consumo de medicamentos para TDAH
Un estudio publicado en JAMA Network Open reveló que hasta 1 de cada 4 estudiantes de secundaria toma fármacos para el TDAH sin prescripción médica.
Los investigadores encontraron que los estudiantes en las escuelas con las tasas más altas de prescripciones de TDAH tenían un 36% más de riesgo de uso indebido de los estimulantes.
Las escuelas con más estudiantes blancos o cuyos padres tenían un nivel educativo más alto tenían niveles más altos de uso indebido que aquellas con menos estudiantes blancos y cuyos padres tenían niveles educativos más bajos.
Un intento desesperado para concentrarse
El doctor Robert Bassett, director médico asociado del Centro de Control de Envenenamientos del Hospital Infantil de Filadelfia, dijo a NBC News que existe la percepción errónea de que los estimulantes recetados pueden “ayudar a obtener una ventaja y ayudar a mejorar el rendimiento académico o la memoria o la resistencia”.
“En entornos u hogares que dan un gran valor al rendimiento académico, puede haber factores estresantes o presiones no intencionadas que podrían dar lugar a la búsqueda de una ventaja mediante el uso de estimulantes”, explicó Bassett.
Las crecientes tasas de depresión, ansiedad y trastornos alimentarios entre los niños también puede ser la causa de este abuso de estimulantes. El doctor Nusheen Ameenuddin, pediatra de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, afirma que el problema podría agravarse en los próximos años.
Es perjudicial para tu salud y la de otros
El consumo indebido de medicamentos para tratar el TDAH contribuye con la escasez de los mismos que comenzó en 2022. No conseguir estos fármacos necesarios para las personas con déficit de atención e hiperactividad puede ser perjudicial, más por aumento de diagnósticos tras la pandemia de COVID-19.
El uso a largo plazo de los estimulantes también puede tener efectos negativos en la salud. “No son los menores los problemas cardiovasculares, como el aumento de la frecuencia cardiaca o de la presión arterial, y también aumentan el riesgo de complicaciones neuropsiquiátricas”, señaló el doctor Bassett.
También se asocian con el riesgo de trastorno por abuso de sustancias y a tasas de graduación más bajas, indicó Sam Wang, médico de urgencias y pediatra del Hospital Infantil de Colorado.
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