Poco a poco, los latinos están ganándose a pulso espacios en diferentes mercados, industrias o rubros que para los inmigrantes de primera generación eran inalcanzable o impensables.
Ricardo Villalba, inmigrante, ahora propietario y director de la empresa Washington Digital Media es un ejemplo de cómo con perseverancia, empeño y pasión, los hispanos pueden llegar a las metas y alcanzar el sueño americano.
Originario de Paraguay, este creador ha ayudado a muchos jóvenes del área del DMV en el trayecto al éxito, fomentando el amor por las artes escénicas y la producción de contenido para contar sus propias historias.
“Mi sueño de hacer películas viene desde que yo era niño, desde la primera vez que entré al cine en el 82 cuando fui a ver Superman y Flash Gordon. Me enamoré del cine, cuando vine a Estados Unidos vi que no era tan fácil, por la situación como inmigrante, no conocía el sistema, mi mamá menos”, compartió Villalba.
A partir de ese momento, no dejó de pensar en ese anhelo. En 1999, tuvo la oportunidad de enlistarse en la New York Film Academy, para tomar un curso intensivo de producción y filmación. “Ahí empezó todo”, dijo.
Un camino difícil
Después de graduarse, no podía encontrar trabajo, todos los lugares en donde buscó una oportunidad requerían que hiciera una pasantía, pero este soñador ya tenía una familia y responsabilidades que debía cubrir.
“No me entraba en la cabeza ‘quieren que trabaje de gratis’ y no podía, tenía una familia que mantener, mi hijo ya había nacido. Entonces decidí poner mi sueño en pausa, pero seguí trabajando en lo que me gustaba”, explicó.
Sin embargo, la era digital le abrió un nuevo camino. En 2009 cuando salieron al mercado las cámaras digitales, el sueño de Villalba cobró vida
“Cuando yo estudié, trabajé con cámaras de película y cada tres minutos costaba $20. Si uno filmaba algo y no lo filmaba bien, perdía dinero. Hacer cine era un arte muy caro. Si quería hacer una película tenía que comprar 100 horas de filme. Eso era carísimo”, apuntó.
Con las cámaras digitales, una persona podía rentar el equipo y eso abarató los costos de filmación y producción. Empezó a entrenarse con la tecnología y en 2011 junto a un grupo de soñadores del cine y la producción como él, produjeron la película de suspenso “BackWater”.
Con el tiempo, esta logró posicionarse en la cartelera de Amazon y luego, en Tubi. “Nos tomó tres años completarla”, dijo.
Luego de esta producción, el grupo se puso a buscar cómo podía realizar otros trabajos. Produjeron el “Reality con Jenny”, un personaje que promovía la pérdida de peso mediante el baile. Sin embargo, el programa no salió al aire.
Una puerta se abre
Villalba empezó a trabajar con el Latin American Youth Center (LAYC), ahí le pidieron ayuda para mantener a los jóvenes que asiste la institución ocupados y lejos de cualquier problema en las calles.
“Yo dije: perfecto y creé el Media Lidership Program. Hablé con los jóvenes, les expliqué que íbamos a hacer películas, que íbamos a hacer filmaciones. Ellos, que eran de Langly Park, se interesaron y venían al programa dos veces por semana”, recordó.
En el programa, el emprendedor y los muchachos crearon y produjeron “Victory Erica”, una serie de seis episodios escrita, producida, actuada y trabajada por el grupo; además, reconocida por el American Public Youth Institute, porque representa un ejemplo de cómo se puede utilizar la producción cinematográfica o de video para educar a la comunidad.
Entonces, LAYC le pidió a Villalba que hiciera videos sobre el trabajo con jóvenes. De ahí, su popularidad de creador de contenido y videos empezó a crecer. Esto fue fundamental poner la primera piedra de su empresa.
“Empecé en agosto de 2014. Trabajaba tiempo completo en LAYC y mi tiempo libre hacía filmaciones y producciones”, señaló.
Además, en su tiempo libre frecuentaba grupos de redes de pequeños empresarios para aprovechar a presentarse y hablar de lo que su compañía estaba haciendo.
Me iba a las visitas gratis de estos grupos de la zona y me presentaba, cada persona tenía como un minuto para presentar y yo me paraba y decía: mi nombre es Ricardo yo hago videos… así”, dijo.
A finales de 2015, LAYC le dio una mala noticia: el programa de jóvenes llegaba a su fin, debido a la falta de fondos, una transición por la que pasaba la entidad y que la nueva dirección no trabajaría con jóvenes inmigrantes.
Trabajo satisfactorio
Sin empleo, el paraguayo se decidió a invertir su tiempo y los recursos que tenía para fortalecer su empresa y lo logró. Para ese momento, en junio de 2016, había podido rentar una local para abrir su primera oficina.
“Ahí me levanté. Primero éramos dos, luego tres trabajando y llegó Gio, Steve y poco a poco fuimos creciendo. Después, nos fuimos a otra oficina más grande, alquilamos la casa y de ahí vinimos a esta oficina”, recordó.
Con la pandemia, la empresa creció aún más y ayudó a muchos negocios latinos a montar sus plataformas en la web para tomar órdenes en línea. A partir de eso y junto a su equipo se enfocaron en la producción de videos y material para mercadeo digital.
“Ese también fue el año de elecciones y trabajamos dos campañas políticas. En una, en la que fui jefe de campaña, ganamos, los otros dos perdieron”.
Aunque 2022 fue un año complicado para Washington Digital Media, las expectativas para 2023 son buenas y están llenas de esperanza. Villalba planea abrir una escuela de producción de cine y actuación en Washington DC.
Pese a los retos que ha tenido que enfrentar, relacionados al desconocimiento sobre cómo funciona el sistema americano, las ganas de aprender, de superarse y de lograr cumplir su sueño han sido su motor.
“En este negocio, que es mi pasión, esa ha sido la clave del éxito, porque combino mi pasión con el trabajo. Eso me da una satisfacción y me gusta. Este año queremos empezar a producir y crear contenido, tenemos dos documentales. Uno de nuestros socios quiere completar la película, no solo trabajar para un negocio, queremos crear películas, un programa de comedia y cosas así, esas son las metas”.
“En lo personal, mis hijos son mi motor y quiero que ellos vean que siempre tienen que luchar, que los sueños no ocurren de inmediatos, que debe pasar tiempo y que ese tiempo es importante, yo aprendí a hacer otras cosas que ahora me van a ayudar a ser un mejor director”, comentó.