Investigadores del Departamento de Justicia y del FBI han acumulado nueva evidencia que apunta a una posible obstrucción por parte del expresidente Donald Trump en la investigación de documentos de alto secreto encontrados en su casa de Mar-a-Lago.
Fuentes cercanas al caso declararon a The Washington Post que la evidencia adicional se encontró cuando los investigadores utilizaron correos electrónicos y mensajes de texto de un exasesor de Trump para ayudar a comprender los momentos claves del año pasado.
Los nuevos detalles resaltan el grado en que la investigación del fiscal especial Jack Smith, sobre el posible mal manejo de cientos de documentos clasificados de seguridad nacional en las casas de Trump, se ha centrado en los elementos de obstrucción del caso.
Esto ya sea que el expresidente tomó o dirigió acciones para impedir los esfuerzos del gobierno para recopilar todos los registros confidenciales.
El equipo de investigación de Trump ha pasado gran parte de su tiempo enfocándose en los eventos que ocurrieron después de que los asesores del expresidente recibieron una citación en mayo exigiendo la devolución de todos los documentos con marcas clasificadas, según las fuentes que declararon bajo anonimato.
Smith está tratando de determinar si Trump u otros manejaron mal los documentos de seguridad nacional y si hay suficiente evidencia para pedirle a un gran jurado que lo acuse de obstruir la investigación.
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El caso de Mar-a-Lago es la cuarta investigación a Trump
La investigación de Mar-a-Lago es una de las cuatro pesquisas criminales separadas que involucran a Trump, quien está haciendo campaña para otro mandato en la Casa Blanca.
Trump ha sido acusado por un gran jurado de Nueva York que escuchó evidencia sobre el dinero pagado a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016.
Está programado para hacer su primera aparición en la corte en ese caso el martes.
También está siendo investigado por el Departamento de Justicia y un fiscal estatal en Georgia por los intentos de bloquear la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020.
Los investigadores también han acumulado evidencia que indica que Trump les dijo a otros que engañaran a los funcionarios del gobierno a principios de 2022, antes de la citación, cuando la Administración Nacional de Archivos y Registros estaba trabajando con el Departamento de Justicia para tratar de recuperar una amplia gama de documentos, muchos de ellos no clasificados.
Si bien tal supuesta conducta puede no constituir un delito, podría servir como evidencia de la intención del expresidente.
También tienen evidencia de que Trump buscó el consejo de otros abogados y asesores sobre cómo podía conservar los documentos después de que algunos miembros de su equipo le dijeron que no podía, aseguraron fuentes familiarizadas con la investigación.
Tal supuesta conducta podría demostrar los hábitos de Trump cuando se trata de documentos clasificados, y lo que pudo haberlo motivado a querer quedarse con los papeles.
