De acuerdo con el medios de Malasia, el pasado 17 de enero, el personal del puerto de Klang de Malasia se llevó una sorpresa mientras descargaban contenedores de un buque de Bangladesh.
Y es que dentro de uno de los contenedores había un niño que se encontraba desorientado y visiblemente afectado. El niño, que tiene 11 años, se identificó con el nombre de Fahim y estuvo encerrado dentro del contenedor durante seis días.
El menor de edad no hablaba la lengua local, por lo que las autoridades portuarias no pudieron comunicarse con él, pero sospecharon que era víctima de una organización criminal de tráfico de personas, por lo que llamaron inmediatamente a la policía.
Las fotos y vídeos tomados por los trabajadores de Port Klang muestran al niño muy delgado, confundido por el entorno desconocido, mientras sale del contenedor. Más tarde, una ambulancia lo recoge y lo lleva a un hospital local.
¿Cómo terminó en otro país?
Tras las averiguaciones resultó que el niño había estado jugando a las escondidas con varios de sus amigos en su ciudad natal Chittagong en Bangladesh. En medio del juego escogió un contenedor de transporte marítimo como escondite y se quedó dormido. Al quedarse encerrado pasó los seis días siguientes en un barco rumbo a Malasia.
Por otra parte, el niño dijo a las autoridades de Malasia que, a pesar de sus gritos de auxilio, nadie acudió a rescatarlo. Por consecuencia, pasó los siguientes seis días encerrado en un recorrido de barco casi 3 mil kilómetros. Finalmente, las autoridades de Malasia indicaron que no hay motivos para dudar de la historia del joven y que no hay sospechas de trata de seres humanos en este caso.